
El debate sobre la jornada laboral de 37,5 horas semanales trasciende los tecnicismos parlamentarios: es una discusión sobre qué modelo de sociedad queremos. Frente a la propuesta de Sumar de avanzar hacia una reducción progresiva del tiempo de trabajo sin merma salarial, Junts se ha posicionado en contra, en una postura que refleja más la presión de ciertos sectores empresariales que un análisis de fondo sobre el bienestar colectivo y el futuro económico del país.
El rechazo a esta medida no solo ignora la evidencia empírica sobre los beneficios de la reducción de jornada, sino que revela una concepción anticuada del trabajo, todavía centrada en el mito de que “más horas equivalen a más productividad”. La modernidad nos obliga a invertir esa lógica: no se trata de vivir para trabajar, sino de trabajar para vivir.
Los beneficios de una jornada de 37,5 horas
1. Conciliación y equidad
La reducción de la jornada permite una conciliación real entre la vida laboral y la personal. En una sociedad donde las mujeres siguen asumiendo en mayor medida las tareas de cuidado, reducir la jornada beneficia directamente la igualdad de género. El reparto más equilibrado del tiempo fomenta la corresponsabilidad y reduce la penalización que sufren muchas trabajadoras al optar por reducciones de jornada individuales.
2. Salud y bienestar
Diversos estudios en psicología laboral y medicina del trabajo demuestran que jornadas más largas se correlacionan con mayores niveles de estrés, trastornos del sueño, ansiedad y problemas cardiovasculares. Reducir la jornada implica empleados más descansados, con mejor salud mental y física, lo que se traduce en menos bajas médicas, menor absentismo y mayor motivación.
3. Productividad real
La evidencia internacional es clara: la productividad no depende del número bruto de horas trabajadas, sino de la calidad de esas horas. Países con jornadas más reducidas, como Alemania u Holanda, presentan índices de productividad superiores a España. Jornadas más cortas obligan a reorganizar tareas, a priorizar lo esencial y a eliminar tiempos muertos que hoy se disfrazan de “dedicación”.
4. Innovación y talento
Las generaciones jóvenes ya no conciben el empleo como un sacrificio vitalicio. El talento se retiene y se atrae con condiciones de vida dignas, tiempo libre y oportunidades para desarrollarse fuera del trabajo. Una legislación que garantice más tiempo para la vida personal es también una medida estratégica para la competitividad futura.
5. Dinamismo económico
Tener más tiempo libre no solo mejora la vida de los trabajadores, sino que estimula el consumo y sectores ligados al ocio, la cultura y el turismo. En otras palabras: reducir la jornada no solo redistribuye tiempo, también multiplica la actividad económica al diversificar cómo y dónde se emplea ese tiempo.
Lo que ignora Junts
La postura de Junts, al rechazar la medida, pasa por alto varios hechos fundamentales. Primero, que la jornada laboral actual responde a un modelo del siglo XX, diseñado para una economía industrial que ya no existe. Segundo, que la reducción de jornada es una inversión a medio plazo: mejora la salud, la productividad y la cohesión social, reduciendo costes asociados a enfermedades laborales o a la pérdida de talento.
Además, situarse en contra de esta reforma es dar la espalda a la mayoría social que demanda un nuevo equilibrio entre trabajo y vida. Mientras en Navarra, por ejemplo, se aplica desde hace tiempo una jornada de 37,5 horas sin efectos negativos sobre la economía, el rechazo de Junts solo sirve para proteger intereses empresariales cortoplacistas que siguen midiendo la competitividad en horas y no en resultados.
Defender la jornada de 37,5 horas no es una cuestión ideológica, sino de racionalidad económica y justicia social. Modernidad implica entender que el bienestar no se mide en horas de oficina, sino en la calidad de vida que somos capaces de garantizar.
La reducción de la jornada laboral es una apuesta por una economía más saludable, innovadora y sostenible. Rechazarla, como hace Junts, equivale a anclarse en un modelo agotado que ya no responde ni a la realidad productiva ni a las aspiraciones de una sociedad que exige vivir para trabajar, y no lo contrario.
Resumen comparativo
Dimensión | Posición de Sumar | Argumentos de Junts / patronal |
---|---|---|
Jornada semanal | 37,5 h sin reducción salarial, con progresión | Riesgos económicos, presión de pymes |
Equidad de género | Reduce desigualdad en cuidado y conciliación | No consideran impacto de género |
Bienestar y salud | Mejora calidad de vida, reduce estrés | Solo miden coste monetario |
Productividad laboral | Eficiencia ante la fatiga; estudios de bienestar | Temen caída neta de rendimiento |
Apoyo social | Alto entre votantes progubernamentales | Su rechazo bloquea la norma pese al apoyo sindical |
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