El Ayuntamiento de Alicante ha celebrado un pleno extraordinario esta mañana para aprobar inicialmente los presupuestos municipales de 2025. Las cuentas, que se presentan como las más sociales hasta la fecha, han sido objeto de críticas debido a la eliminación de partidas destinadas a feminismo, igualdad o inmigración. Lo que evidencia la crispación política imperante que impide acuerdos transversales por la cerrazón total de todos y cada uno de los partidos que conforman
A pesar de estos recortes, el equipo de gobierno defiende que se han destinado más de 30 millones de euros a políticas y ayudas sociales, lo que supone casi un 10 % del presupuesto total. No obstante, la inversión global ha caído casi a la mitad en comparación con ejercicios anteriores. Desde el Ayuntamiento aseguran que esta reducción se compensa con el remanente de un préstamo de 48 millones solicitado el año pasado, elevando la inversión real a 69 millones de euros.
Entre los proyectos incluidos en las cuentas figura la creación de un museo de la Semana Santa, una iniciativa que ha generado debate sobre su relevancia en comparación con otras necesidades de la ciudad.
Desde la oposición se ha criticado la falta de nuevas iniciativas y el escaso margen de tiempo para ejecutar el presupuesto, ya que su aprobación definitiva no llegará hasta abril. También han señalado que la ciudad sigue sin abordar problemas urgentes como el acceso a la vivienda, la inversión en educación o la lucha contra la pobreza.
Las cuentas estarán expuestas al público durante un mes antes de su aprobación definitiva. Entonces, podremos juzgar dato a dato, y sin filtros políticos, qué corresponde a cada partida y si, de una vez, todos esos proyectos que no se consuman, pueden ver la luz.
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