
Alicante, 5 de agosto de 2025 — La provincia de Alicante ha registrado en las últimas horas una serie de movimientos sísmicos que vuelven a poner el foco sobre el creciente repunte de actividad tectónica en la costa mediterránea. En total, se han detectado tres terremotos en el mar, frente a las localidades de Torrevieja, Santa Pola y Guardamar del Segura, además de varias réplicas posteriores.
Según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el primero de los seísmos se produjo anoche, a unos 110 kilómetros de la costa de Torrevieja. Aunque fue de baja magnitud (1,3 mbLg) y con una profundidad superficial (0 km), marcó el inicio de una secuencia sísmica que ha despertado inquietud en la zona.
Minutos más tarde, se registraron dos terremotos de mayor magnitud: uno a 52 kilómetros de Santa Pola (3,7 mbLg y 10 km de profundidad), y otro a 50 kilómetros de Guardamar del Segura (también de 3,7 mbLg, a 12 km de profundidad). El más fuerte de todos ocurrió a las 21:23 horas, con magnitud 3.6 y a tan solo dos kilómetros de profundidad, lo que permitió que fuese sentido claramente por la población, especialmente en Santa Pola, Torrevieja, Elche, Elda y Guardamar.
A las 21:48 horas, un nuevo temblor de magnitud 2.1 y a 16 kilómetros de profundidad se sumó a la cadena de eventos. Las réplicas han continuado durante la madrugada, la última de ellas a las 6:36 horas de este martes, con una magnitud de 1.7 y a 17 kilómetros bajo el lecho marino.
¿Por qué ocurren cada vez más terremotos en esta zona?
Los expertos señalan que el sureste de la península Ibérica, especialmente el área comprendida entre Alicante y Murcia, se encuentra en una zona de contacto entre las placas tectónicas euroasiática y africana. Aunque no se trata de un punto de colisión tan activo como otros en el planeta, el movimiento lento y constante de estas placas genera acumulación de tensiones en la corteza terrestre que, eventualmente, se liberan en forma de seísmos.
En los últimos años, se ha observado una ligera pero constante tendencia al aumento de estos pequeños terremotos, especialmente en el mar Mediterráneo frente a las costas del sureste español. Este fenómeno podría estar relacionado con la reactivación de fallas submarinas y la acumulación gradual de energía sísmica.
Aunque la mayoría de estos movimientos no representan un peligro significativo para la población, los sismólogos recomiendan mantener la vigilancia y actualizar los planes de prevención, dado que este tipo de actividad puede preceder a seísmos de mayor intensidad.
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