
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha rechazado el proyecto de recuperación de la cala Morro Blanc, en El Campello, tras emitir una declaración de impacto ambiental negativa. Según la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado el 5 de septiembre, las obras proyectadas provocarían daños irreversibles en hábitats marinos protegidos de la zona.
La cala, situada en el litoral norte del municipio, arrastra un notable deterioro desde hace décadas debido a la ausencia de mantenimiento y a las transformaciones urbanísticas de los años 60 y 70. El plan elaborado por la Dirección General de la Costa y el Mar contemplaba la demolición de antiguos diques y muelles, el dragado de más de 56.000 metros cúbicos de arena y la aportación de otros 17.000 metros cúbicos para regenerar la playa. La inversión prevista era de dos millones de euros, con el objetivo de mejorar la seguridad y recuperar el atractivo natural de este enclave, incluido desde hace años en el censo autonómico de zonas de baño.
No obstante, los informes técnicos alertaron de que la intervención afectaría a praderas de Cymodocea nodosa y, de forma indirecta, a la Posidonia oceanica, ambas especies vegetales de alto valor ecológico incluidas en la Red Natura 2000. Además, el entorno marino acoge fauna especialmente sensible, como la tortuga boba (Caretta caretta), el delfín mular (Tursiops truncatus) y la nacra (Pinna nobilis), esta última en peligro crítico de extinción.
La Generalitat Valenciana, a través de la Dirección General de Medio Natural y Animal, también emitió un dictamen negativo al considerar que el proyecto vulnera la normativa autonómica de protección de fanerógamas marinas. El Ministerio coincidió en esta valoración y concluyó que “no es posible garantizar que la actuación no genere impactos severos e irreversibles sobre los hábitats marinos protegidos”.
Con esta resolución, el plan queda definitivamente descartado en los términos previstos. La decisión supone un revés para las expectativas de revalorización turística que había despertado en la localidad, pero al mismo tiempo avala las advertencias de asociaciones ecologistas y colectivos vecinales, que alertaban de los riesgos que la obra suponía para la biodiversidad del litoral alicantino.
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