
Una vez más, Valencia vuelve a situarse por delante de Alicante en los planes de la Generalitat. Proyectos que se solapan, que acumulan retrasos, y muchos de ellos ni siquiera llegan a ejecutarse. Y cuando lo hacen, a menudo se desarrollan sin una planificación global que contemple aspectos esenciales como la conexión del tranvía o la integración con las zonas verdes.
Ante esta situación, los vecinos del colectivo Vecindario por un Parque Central reclaman mayor celeridad en la construcción del Parque Central de Alicante. Consideran que esta actuación, que lleva décadas pendiente, podría haberse iniciado ya si no estuviera supeditada a otras infraestructuras como la estación intermodal soterrada o al desarrollo de nuevas promociones inmobiliarias.
Desde la plataforma vecinal se plantea que el parque se trate como un proyecto independiente, desligado del resto del desarrollo urbanístico, para evitar nuevos retrasos y desbloquear así su ejecución. La propuesta surge tras el anuncio de la Generalitat Valenciana de construir un parque inundable en la zona afectada por la DANA en Valencia, una infraestructura verde de gran envergadura que, según los vecinos alicantinos, probablemente se hará realidad antes que el Parque Central que esperan desde hace años.
Aunque comprenden la necesidad de intervenir con urgencia en zonas afectadas por fenómenos climáticos extremos, denuncian que en Alicante existe también una necesidad evidente de espacios verdes amplios y funcionales. Según señalan, si hubiera voluntad política, el parque ya estaría construido o en una fase avanzada.
Además, critican que el futuro del Parque Central esté vinculado a las plusvalías que se obtendrán con la venta de viviendas y la construcción de una estación soterrada, cuya viabilidad económica consideran poco realista. En su opinión, hubiera sido más práctico y eficaz optar por una estación en superficie y destinar los esfuerzos a crear cuanto antes el gran pulmón verde que necesita la ciudad.
El colectivo insiste en que, si no se modifica el planteamiento actual, el proyecto corre el riesgo de quedar estancado de forma indefinida, lo que supondría una pérdida importante para Alicante, especialmente en un contexto en el que los espacios verdes se consideran fundamentales como refugios climáticos en las ciudades.
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