Del 15 al 26 de julio, el Festival FRESCA! celebra su quinta edición en Alicante. Y lo hace con un gesto simbólico que no pasa desapercibido: por primera vez, la Diputación de Alicante se suma al proyecto, en una muestra de entendimiento institucional que, aunque tardía, marca un precedente. Que las instituciones públicas compartan objetivos y colaboren no debería ser noticia. Pero en la realidad escénica valenciana, lo es. Así que a la quinta, la vencida.
FRESCA! nació con la voluntad de consolidar en pleno verano una programación escénica de calidad, en una ciudad y una provincia más asociadas al turismo de playa que a los festivales de danza, circo o teatro contemporáneo. Pero precisamente ahí reside el valor de este festival: apostar por lo difícil. Por lo que tiene menos margen de rentabilidad y más capacidad de transformación. En 2025, el presupuesto global asciende a 350.000€, una cifra modesta si tenemos en cuenta que incluye incluso la cesión del escenario de Casa Mediterráneo, espacio que volverá a acoger los principales espectáculos, ahora con cubierta y mejoras técnicas. A ello se suman los jardines del Palacio Provincial como segunda sede, lo que permite una mayor afluencia de público y una experiencia más completa.
Una programación plural
En su quinta edición, FRESCA! refuerza su vocación de mostrar una paleta diversa de lenguajes escénicos, que van desde el circo contemporáneo y el teatro gestual hasta la danza, el clown y el flamenco. También se consolida su compromiso con la producción local, con la presencia de tres compañías valencianas, un gesto coherente con la necesidad de impulsar la creación desde el territorio.
Programación completa:
En los Jardines del Palacio Provincial:
- 15 julio · La Zigurat Circus Band & Monsieur Florian · 19:00h
- 16 julio · La Actitud · 19:00h
En Casa Mediterráneo
- 18 julio · Prometeo · 22:00h
- 19 julio · Somos · 20:00h
- 20 julio · The Genesis · 22:00h
- 21 julio · Lío · 20:00h
- 22 julio · Verde casi negro · 22:00h
- 23 julio · Claudette · 20:00h
- 24 julio · Muerta de amor · 22:00h
- 25 julio · Calor · 20:00h
- 26 julio · Edipo Rey · 22:00h
Los espectáculos están pensados para públicos diversos, con precios que facilitan el acceso: entradas desde 5€ (Frescoreta), 24€ la general o un bono de 3 obras por 36€.
Reencontrarnos: creación y goce
Después de cinco años, FRESCA! ya no es solo un festival de verano, es un espacio de reencuentro: con la ciudad, con el arte en vivo, con la necesidad colectiva de crear, mirar y emocionarnos juntos. Las noches en la cubierta de Casa Mediterráneo o en los jardines del Palacio tienen algo de ritual contemporáneo: un lugar donde el arte se vuelve experiencia compartida.
Este año, además, el festival amplía su propuesta con una exposición de fotografía comisariada por ADIF, que servirá como prólogo visual a las funciones. Y, como en ediciones anteriores, la oferta gastronómica se cuida al detalle: La Terracita, con menús adaptados (incluyendo opciones veganas y sin gluten), convierte la asistencia al festival en una estancia más placentera y completa.
¿Y ahora qué?
Con la Diputación como nuevo actor en escena —presente en todas partes, aunque aún se echa en falta una estrategia firme—, surge la pregunta inevitable: ¿para cuándo un verdadero aunador de voluntades? La consolidación de FRESCA! invita a pensar en la necesidad de una red estable de apoyo a las artes escénicas en la provincia, con líneas claras y sostenidas en el tiempo.
En el horizonte ya se perfila una nueva cita: la Muestra de Autores Contemporáneos (del 7 al 16 de noviembre), dirigida por Roberto García y con atención especial a la creación en la provincia de Valencia, que podría beneficiarse de un modelo de colaboración más sólido. ¿Logrará mantenerse en Alicante? ¿Habrá continuidad con el apoyo del Ayuntamiento, la Diputación y el IVC? ¿O dependerá, como tantas veces, de adjudicaciones directas y modificaciones presupuestarias de última hora?
Por ahora, celebramos que estas cosas sucedan. Que existan espacios como FRESCA! donde la cultura se encuentra con el verano, donde el arte se vive de cerca, y donde los cuerpos —los que están sobre el escenario y los que están frente a él— pueden, por fin, reencontrarse.
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