
El Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2025 ha sido concedido a Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi por sus descubrimientos fundamentales sobre la tolerancia inmunitaria periférica, un mecanismo esencial que impide que el sistema inmunitario ataque al propio organismo.
Su hallazgo más emblemático fue la identificación y caracterización de las células T reguladoras (Treg), un tipo especializado de linfocitos que actúan como verdaderos guardianes del equilibrio inmunitario. Gracias a ellas, el cuerpo distingue entre las amenazas externas —virus, bacterias o células tumorales— y los tejidos propios, evitando así la autodestrucción inmunitaria.
De la observación al paradigma
El inmunólogo japonés Shimon Sakaguchi fue pionero en describir, a comienzos de los años noventa, un subtipo de linfocitos T con capacidad supresora que mantenía la tolerancia frente a antígenos propios. Sus observaciones en modelos animales abrieron un nuevo campo de investigación en inmunología básica.
Años después, los investigadores Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell contribuyeron decisivamente al descubrir el gen FOXP3, clave en el desarrollo y función de las células T reguladoras. Mutaciones en este gen provocan graves síndromes autoinmunes, como el IPEX (síndrome de disfunción inmune, poliendocrinopatía y enteropatía ligada al cromosoma X), demostrando la relevancia fisiológica del sistema regulador.
El reconocimiento del papel de las Treg ha transformado la comprensión del sistema inmunitario y ha abierto vías terapéuticas inéditas. Actualmente, varios ensayos clínicos investigan la modulación de estas células para tratar enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple o la diabetes tipo 1, mejorar la tolerancia en trasplantes de órganos y potenciar la respuesta inmunitaria antitumoral mediante su control selectivo.
“La tolerancia periférica es la frontera invisible entre la salud y la autoinmunidad”, apuntó un miembro del Comité Nobel durante el anuncio en Estocolmo. “Estos descubrimientos redefinen cómo entendemos el autocontrol del sistema inmunitario”.
Con este galardón, el Comité Nobel vuelve a destacar la intersección entre biología molecular y medicina traslacional, un área que en los últimos años ha dado origen a avances disruptivos en inmunoterapia y genética.
La ronda de los Nobel 2025 continuará esta semana con los anuncios en Física, Química, Literatura, Paz y Economía, manteniendo viva la tradición iniciada por Alfred Nobel hace más de un siglo: premiar los descubrimientos que más han beneficiado a la humanidad.
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