
Los trabajadores de La Alcoyana han confirmado el inicio de una huelga el próximo 29 de mayo, como respuesta a la crítica situación del servicio de autobuses interurbanos en la comarca de l’Alacantí, y en particular, a la falta de soluciones por parte de las administraciones implicadas. La protesta no será puntual: está previsto que se repita el último jueves de cada mes, coincidiendo con los plenos municipales en Alicante, y se intensificará durante las fiestas de Hogueras. A partir de septiembre, si no hay avances, será indefinida.
Las movilizaciones irán más allá de la huelga. Se han convocado protestas frente al Ayuntamiento de Alicante, la Conselleria de Transportes y la Oficina del TAM. El mensaje es claro: el servicio se encuentra en un estado crítico y los conductores no están dispuestos a seguir soportando una sobrecarga laboral creciente, una flota obsoleta y una gestión deficiente.
El deterioro del servicio no es nuevo. Desde 2014, el contrato con la empresa concesionaria se ha prorrogado de forma reiterada. En los últimos dos años, el servicio opera bajo un contrato de emergencia, una figura que ha servido como excusa para no renovar autobuses, no ampliar plantilla y mantener una calidad muy por debajo de las necesidades reales. Este modelo, impuesto sin una planificación realista, ha permitido al Ayuntamiento y a la Generalitat desentenderse de su responsabilidad directa en la prestación de un servicio público esencial.
Y mientras se anuncian refuerzos puntuales en algunas líneas —como la 24, 23 y 21— debido al aumento previsto de usuarios por la gratuidad del transporte para jóvenes, no se plantean soluciones estructurales. La flota tiene más de doce años de antigüedad de media, los sistemas digitales no funcionan correctamente y las condiciones laborales siguen empeorando. Todo esto en un contexto de falta de inversión y de una evidente descoordinación entre administraciones.
La situación ha llevado a que desde la oposición municipal se reclame la creación urgente de un ente metropolitano de transporte que unifique la gestión y planificación del transporte público en la comarca. Desde Compromís y EU-Podem se denuncia el abandono del servicio por parte del Ayuntamiento de Alicante y se exige que se tomen decisiones firmes para revertir este colapso, empezando por una mesa técnica con participación de todas las partes implicadas.
Mientras tanto, la ciudadanía sigue pagando las consecuencias de un sistema de movilidad completamente abandonado, sostenido solo por el esfuerzo de unos trabajadores que, ahora, dicen basta.
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