El malestar crece en Tabarca ante la última muestra de desinterés por parte del Ayuntamiento de Alicante. Los esperados toldos que los vecinos reclamaban desde hace tiempo para protegerse del sol han llegado… pero, según informa la Cadena Ser, solo para estar instalados durante 15 días y de una forma que ha provocado aún más enfado entre los residentes.
La colocación comenzó anoche en el Carrer d’Enmig, la principal calle de la isla, y fue tal el rechazo vecinal que se necesitó la intervención de la policía para que los operarios pudieran trabajar. El motivo del enfado es doble. Por un lado, las estructuras se sujetan con enormes bloques de hormigón de hasta una tonelada, plantados justo en las puertas de las casas, tapando accesos y registros. Por otro, la indignación se multiplica al saber que, después de todo el despliegue, solo permanecerán hasta el 15 de julio.
A los vecinos les resulta incomprensible que se utilicen como excusa las restricciones de protección del patrimonio para no anclar los toldos de forma segura, cuando en esas mismas fachadas se permiten farolas, cableado eléctrico y otros elementos. Mientras tanto, denuncian que la muralla de la isla sigue deteriorándose sin que Patrimonio ni el Ayuntamiento muevan un dedo.
Para colmo, la chapucera gestión ha dejado a la isla sin servicios básicos de temporada a las puertas de julio. Hace unos días no había socorristas. Todavía no hay hamacas ni sombrillas en las playas, tampoco lavapiés, pasarelas o boyas de protección para los bañistas.
Desde el Ayuntamiento justifican que el retraso en la licitación de los toldos se debió a cambios de última hora en el proyecto y a la necesidad de consultar a Patrimonio. Sin embargo, el resultado es el habitual: prisas de última hora, decisiones improvisadas y, sobre todo, una actuación pensada más para justificar los fondos europeos y hacerse la foto que para resolver las necesidades reales de Tabarca.
Prometen que el próximo año los toldos estarán todo el verano, pero los vecinos ya están cansados de promesas incumplidas y del abandono sistemático por parte del Ayuntamiento. Mientras tanto, Tabarca sigue sin los servicios básicos que cualquier destino turístico debería tener a estas alturas del año.
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