En su quinta edición, el Festival Fresca! ha dejado claro que ha llegado para quedarse. Esta propuesta escénica del Institut Valencià de Cultura (IVC) se ha consolidado como una de las citas más esperadas del verano en Alicante, apostando por una fórmula equilibrada y necesaria: el estreno de compañías locales combinado con grandes producciones que, de otro modo, no encontrarían un espacio adecuado para representarse en la ciudad.
En un contexto veraniego saturado de conciertos, mercados y festivales gastronómicos, Fresca! ha sabido ocupar un vacío evidente: el de las artes escénicas contemporáneas. Su programación no solo destaca por su calidad, sino también por su sensibilidad y buen gusto. El equipo liderado por Alicia Garijo ha conseguido, año tras año, mantener una línea curatorial coherente, con una estética cuidada en todos los detalles —desde el diseño del cartel hasta la escenografía y la transformación técnica del espacio— que convierte cada edición en una experiencia única.
El festival convive con otras propuestas culturales de la provincia, repartidas por el año e un calendario, cada vez más (y mejor) repleto con el Circarte, Abril en Danza, el FITCA, Hop!, Alacant Desperta, Artenbitrir, el festival de teatro clásico de l’Alcúdia, Elx al Carrer, Festitíteres, la Muestra de Teatro o Alacant a Escena. Sin embargo, Fresca! ha encontrado su propia voz, generando una identidad sólida y diferenciada.
Uno de los mayores aciertos del festival ha sido la inclusión de Frescoreta, una sección dedicada al público infantil. Esta mitad de la programación no solo entretiene a los más pequeños, sino que los introduce de forma natural en el mundo de las artes escénicas, fomentando una afición que podría acompañarlos toda la vida.
Aunque la inversión del IVC en la provincia sigue siendo desigual, iniciativas como Fresca! ayudan a equilibrar esa balanza, demostrando que, con visión y constancia, se pueden construir proyectos culturales sólidos, necesarios y profundamente transformadores. El éxito de Fresca! no solo es artístico: es también el triunfo de la perseverancia y la profesionalidad. Y eso, en el panorama cultural actual, es digno de celebrar.
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