El Gobierno ha seleccionado el proyecto La base y la cruz como ganador del concurso internacional convocado para resignificar el Valle de Cuelgamuros, el antiguo Valle de los Caídos, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática de 2022.
El anuncio se realizó este martes en Madrid durante una comparecencia del secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, Iñaqui Carnicero, acompañado por otros miembros del jurado. El proyecto fue escogido por unanimidad entre las diez propuestas finalistas presentadas en el certamen, convocado el pasado mes de abril.
El jurado contó con representantes del Gobierno, de la Iglesia católica —como el delegado Daniel Alberto Escobar— y con figuras destacadas del ámbito artístico y arquitectónico, entre ellas la escultora Cristina Iglesias y el arquitecto británico David Chipperfield.
Carnicero destacó que la propuesta ganadora “se enfrenta con valentía a la monumentalidad del conjunto existente” y que ofrece “una nueva visión que otorga mayor protagonismo a la naturaleza, rompe la rigidez axial del monumento y genera un espacio de encuentro y diálogo plural y democrático”. La identidad del equipo autor del proyecto se dará a conocer en las próximas horas.
Transformación arquitectónica y simbólica
El cambio más significativo será la eliminación de la escalinata vertical que actualmente da acceso a la basílica. En su lugar se construirá un amplio soportal horizontal, descrito como una “gran grieta” que cruzará la explanada y albergará un centro de interpretación. Este espacio explicará el contexto histórico de la construcción de Cuelgamuros y el significado que tuvo en el régimen franquista.
La gran cruz de piedra de 150 metros que corona el conjunto permanecerá en pie, ya que el Gobierno no contempló su derribo. Se considera un elemento necesario para conservar la memoria del origen del monumento, donde hasta 2019 reposaron los restos del dictador Francisco Franco.
En el interior, la basílica seguirá abierta al culto católico, aunque se incorporarán paneles informativos y otros recursos para resignificar el espacio. Los monjes benedictinos continuarán residiendo en el recinto, salvo el actual prior, Santiago Cantera, conocido por su defensa del legado franquista.
Plazos y presupuesto
Las obras comenzarán previsiblemente en 2027 y tendrán un plazo de ejecución de cuatro años. El Gobierno destinará 30 millones de euros al proyecto: 26 millones para las obras y 4 millones adicionales en concepto de honorarios para el equipo ganador.
Con esta intervención, el Ejecutivo busca transformar el conjunto monumental en un espacio de memoria democrática y reconciliación, siguiendo el ejemplo de otras iniciativas internacionales, como el Monumento al Holocausto de Berlín.
















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