
Alicante se consolida como la provincia española con mayor proporción de compraventas de vivienda realizadas por ciudadanos extranjeros. Según datos de Registradores de España correspondientes al primer trimestre de 2025 y difundidos por el portal pisos.com, el 43,67% de las operaciones inmobiliarias en la provincia han sido protagonizadas por compradores internacionales. Esta cifra sitúa a Alicante muy por delante de otras zonas con fuerte demanda extranjera, como Málaga (34,75%) o Baleares (30%).
El auge de la inversión internacional ha contribuido al encarecimiento del mercado, especialmente en la Costa Blanca, donde los precios han subido cerca de un 40% respecto a 2020. Esta presión sobre la demanda ha convertido a Alicante en la tercera provincia con mayor volumen de compraventas en España durante el primer trimestre de 2025, alcanzando las 13.689 operaciones, solo superada por Madrid y Barcelona.
Este fenómeno está teniendo un impacto notable no solo en el precio de la vivienda, sino también en la configuración urbana, con transformaciones culturales y sociales derivadas del nuevo perfil de compradores. La actividad turística y la conectividad del aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández son factores clave que alimentan esta dinámica inmobiliaria.
La mayoría de estas adquisiciones por parte de ciudadanos extranjeros se concentra en municipios costeros como Torrevieja y Orihuela, mientras que la capital provincial tiene un peso relativo menor en comparación con otras capitales. Esta tendencia refleja una clara preferencia por las zonas de costa fuera del núcleo urbano principal.
El desequilibrio entre oferta y demanda también es un factor determinante. En los últimos quince años se ha construido menos vivienda de la que requiere el crecimiento de la población, lo que unido a unos tipos de interés relativamente bajos, mantiene activa la demanda, especialmente por parte del comprador internacional.
Según las previsiones del sector, esta situación no experimentará grandes cambios a corto plazo, manteniéndose el dinamismo actual del mercado, que recuerda por volumen de ventas a los niveles previos a la crisis inmobiliaria.
El desequilibrio entre oferta y demanda también es un factor determinante. En los últimos quince años se ha construido menos vivienda de la necesaria para responder al crecimiento de la población, lo que unido a unos tipos de interés relativamente bajos, mantiene activa la demanda, especialmente por parte del comprador internacional.
A pesar de esta intensa actividad inmobiliaria, en la provincia apenas se promueven viviendas de protección oficial, lo que agrava aún más el acceso a la vivienda para la población local y genera una brecha creciente entre la oferta disponible y las necesidades reales de los residentes.
Deja una respuesta