
Miles de personas han salido a las calles del centro de Alicante para celebrar con fuerza, memoria y dignidad la gran marcha del Orgullo, en una jornada marcada por el color, la diversidad y una firme reivindicación: defender los derechos de todas las personas frente a los intentos de retroceso impulsados por la ultraderecha.
Bajo el lema «Orgullo de Todes», más de 50 entidades, acompañadas por sindicatos, partidos políticos y colectivos sociales, han participado en una manifestación multitudinaria que ha recorrido desde la plaza de los Luceros hasta el Ayuntamiento. La marcha ha sido un acto de alegría, pero también de determinación: un grito colectivo contra los discursos de odio, contra el miedo, y contra quienes pretenden borrar décadas de avances en derechos y libertades.
Este año, el Orgullo en Alicante cobra un sentido aún más profundo. Coincidiendo con el 20º aniversario del matrimonio igualitario en España, la manifestación ha querido rendir homenaje a quienes abrieron camino, a quienes ya no están, y a quienes aún hoy no pueden vivir su identidad en libertad. Porque cada paso conseguido se defiende en la calle, y cada ataque reaccionario encuentra aquí su respuesta.
Los colectivos organizadores han recordado que los derechos LGTBI no son negociables ni patrimonio exclusivo del colectivo: son parte del proyecto democrático y plural de la sociedad. Por eso, han subrayado que defenderlos es defender la igualdad, la justicia y la libertad de todas las personas. También han mostrado su apoyo a las vecinas y vecinos de Torre-Pacheco, víctimas recientes de un episodio de odio, y han señalado con claridad a quienes lo alimentan desde las instituciones: a la ultraderecha que normaliza la discriminación, y a quienes pactan con ella para mantenerse en el poder, como ocurre con la reforma de la Ley Trans en la Comunitat Valenciana.
La celebración ha culminado con una gran fiesta en la plaza del Ayuntamiento, con la actuación de 16 artistas y más de cuatro horas de espectáculo. Pero el mensaje ha sido claro: el Orgullo no es solo celebración, es resistencia. Y este año, más que nunca, nadie se queda atrás.
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