
- Mientras se habla de recuperación económica, la brecha social se agranda sin freno en Andalucía, Valencia y Murcia, donde la riqueza se acumula en manos de unos pocos.
La brecha entre ricos y trabajadores en España ha alcanzado niveles alarmantes que cuestionan seriamente el modelo económico y social del país. Según los últimos datos de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), las personas más ricas ganan, de media, 64 veces más que el conjunto de los declarantes del IRPF, una cifra que deja en evidencia el fracaso de las políticas de redistribución y justicia social.
Pero la desigualdad no golpea a todas las regiones por igual. En Murcia, los más adinerados ganan hasta 89 veces más que la media autonómica. En Andalucía y la Comunidad Valenciana, la diferencia supera las 70 veces, situando a estas regiones entre las más castigadas por la concentración extrema de la riqueza.
Mientras tanto, en comunidades como Baleares, Asturias y La Rioja, la élite económica «solo» multiplica por 50 los ingresos medios de sus conciudadanos. Curiosamente, Madrid presenta la menor diferencia, con «apenas» 46 veces más, debido a que los sueldos medios en la región son más elevados, aunque esto no implica, ni mucho menos, que la desigualdad haya desaparecido.
Crecimiento económico para unos pocos
Estos datos, lejos de ser anecdóticos, ponen en cuestión el discurso oficial sobre la supuesta mejora económica que vive el país. Los técnicos de Hacienda alertan de que el crecimiento del PIB y el aumento de la contratación no están sirviendo para reducir la brecha social. Al contrario, “el aumento de la contratación no revela que haya una redistribución de rentas, a pesar de los sucesivos incrementos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”, denuncia Gestha en un comunicado.
La realidad es que la riqueza generada en los últimos años sigue concentrándose en manos de una minoría, mientras la mayoría de la población enfrenta salarios precarios, dificultad para acceder a la vivienda y un aumento imparable del coste de vida.
¿Modelo económico o modelo de desigualdad?
Los expertos advierten que estas cifras son insostenibles y reflejan un modelo económico profundamente desequilibrado. «Cuando unos pocos acumulan fortunas que multiplican por decenas los ingresos del ciudadano medio, hablamos de un problema estructural, no de una coyuntura», subrayan desde Gestha.
La desigualdad no solo implica injusticia social, sino que supone un lastre para la economía en su conjunto. Limita el consumo interno, genera inestabilidad y alimenta la desafección ciudadana hacia las instituciones.
¿Hasta cuándo?
Mientras los titulares celebran los récords en el IBEX 35 y los datos macroeconómicos, millones de trabajadores siguen viendo cómo su esfuerzo apenas les alcanza para llegar a fin de mes, mientras una élite se enriquece de forma desproporcionada.
La pregunta que queda en el aire es clara: ¿Hasta cuándo va a tolerar la sociedad que la riqueza se concentre en unas pocas manos, mientras la inmensa mayoría sigue sin notar los frutos del llamado crecimiento económico?
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