
Creo que no lloraba en un campo de fútbol desde que en 1993 perdí la final del torneo de fútbol del Campeonato de mi pueblo. Puede que de alguna manera, el deseo del jefe de Baltimore se haya cumplido en la rebelión contra el ‘Boys don´t cry’ que me he pegado, pero qué quieres que te diga, entonces, me compensaron con un trofeo entregado por el mismísimo «Txopo» Iribar y hoy, entre el parafraseo del «te vi pasar» de Tenesse y los cuatro gilipollas «currantes» del Tram, que se han partido la caja viendo como el tren se me iba en la puta cara (cuando el siguiente pasaba 3 horas después)… pues qué quieres que te diga.
Había preparado una de mis crónicas pesadas, largas y con todo detalle, pero no me sale de los cojones escribirla, porque estoy cansado y prefiero que a esos 4 subnormales se les caiga la puta cara de vergüenza pensando que un puto trabajador como ellos, llega 3 horas más tarde a su casa porque un gracioso, no puede esperar 10 segundos a arrancar el puñetero tren.
La noche había sido guay, con un recuerdo fraternal de bailes con Pet Shop Boys, una hora maravillosa con Xoel, un gusto tremendo de volver a ver en directo a Cora Yako (sobre todo), Grande Amore y Mujeres… con discusiones taronjas, en valencià y alguna cosa interesante más.
Pero, hay detalles que sepultan todo lo bueno que uno debe sentir. Así que hoy voy a hacer caso a esas que me piden no sentir y me voy a la cama, para ver si descanso y puedo ir, o no, mañana a Benidorm.
Deja una respuesta