
La empresa Wegow, que gestiona una de las tiqueteras más relevantes del panorama musical en España, ha anunciado este miércoles su entrada en preconcurso de acreedores. Según afirman, se trata de una medida para “asegurar la viabilidad futura” del proyecto. Sin embargo, para muchos artistas —entre los que me incluyo— esta situación no es nueva: en mi caso, han pasado años y jamás me han pagado un solo euro.
El comunicado de la empresa reconoce la “compleja situación” financiera, apuntando directamente a su división WegowTickets como la más afectada. Prometen estar trabajando en “propuestas de soluciones para los promotores”, pero esa promesa suena hueca cuando algunos llevamos años esperando un pago que nunca llegó.
Wegow justifica su caída con argumentos que ya se han escuchado en otros sectores: la resaca económica de la pandemia, la inflación de costes y la incertidumbre en el consumo cultural. Pero lo cierto es que los impagos no son nuevos ni se deben únicamente a las recientes dificultades del mercado. En mi caso, y en el de otros compañeros, las deudas vienen de lejos y han sido sistemáticamente ignoradas.
La compañía insiste en que su actividad no se paraliza, sino que busca “reordenarse” para preservar su modelo de negocio. Pero los datos son claros: en 2023, Wegow Technologies SL registró una caída drástica en su facturación, pasando de 16,61 millones a tan solo 3,94 millones de euros. Además, acumula pérdidas por sexto año consecutivo.
Mientras tanto, artistas como Veintiuno y Bombai ya han denunciado públicamente las pérdidas sufridas. Veintiuno declaraba en redes que una empresa (sin nombrarla) les debe “una fortuna” y que, pese a ello, seguirán cumpliendo con su gira sin afectar a su público. Bombai, por su parte, asegura que ha perdido el 80% de los ingresos de su gira por culpa de Wegow, aunque también han optado por continuar con sus conciertos por respeto a sus fans.
Como si todo esto fuera poco, Wegow ya había sufrido un duro golpe a su reputación cuando uno de sus altos cargos, Enrique Bubby Sanchís —exguitarrista del grupo Full— fue despedido tras agredir al periodista Fonsi Loaiza durante la Feria del Libro de Madrid, alardeando después del hecho en círculos de ultraderecha.
Hoy, cuando la empresa se declara al borde de la insolvencia, muchos seguimos esperando. En mi caso, sigo esperando un pago que jamás llegó. Ni un solo euro. Y de eso ya hace años.
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