El Ayuntamiento de Alicante está llevando a cabo un programa de renaturalización de los patios escolares de la ciudad, con el objetivo de transformar estos espacios en entornos más verdes, sostenibles y saludables para el alumnado. Hasta la fecha, 14 centros educativos han participado en esta iniciativa, que incluye la plantación de 135 árboles y la incorporación de vegetación adaptada al clima mediterráneo.
Con esta actuación, se pretende no solo mejorar la calidad del aire y la biodiversidad urbana, sino también ofrecer nuevos espacios de sombra, zonas de juego natural y oportunidades educativas en contacto con la naturaleza.
El programa contempla la introducción de distintas especies de árboles y plantas, la creación de zonas verdes y la instalación de elementos naturales para el juego. La participación de la comunidad educativa —alumnos, docentes y familias— resulta esencial para garantizar el éxito y la continuidad de estas mejoras.
Especies plantadas
Las especies seleccionadas están adaptadas al clima mediterráneo y han sido elegidas por su capacidad para proporcionar sombra y beneficios ambientales. Entre ellas se encuentran Moreras (Morus alba), Ficus australis, Tipuanas (Tipuana tipu), Olivos (Olea europaea), Melias (Melia umbraculífera), entre otras. La selección se realiza en función de las características de cada patio, el tipo de suelo y la idoneidad de las especies en cada ubicación.
Colegios participantes
Los centros educativos que ya han participado en esta iniciativa son: CEIP La Condomina, CEIP La Paz, CEIP Azorín, CEIP Gloria Fuertes, CEIP Los Almendros, CEIP Monte Benacantil, Escuela Infantil El Tossalet, CEIP Juan Bautista Llorca, CEIP Tossal, CEIP Carlos Arniches, CEIP Lucentum, CEIP San Fernando, CEIP Enric Valor y CEIP Rafael Altamira. Está previsto que el programa continúe en próximas ediciones hasta llegar a todos los colegios públicos de Infantil y Primaria de la ciudad.
Beneficios ambientales y educativos
La renaturalización de los patios escolares contribuye a reducir el efecto «isla de calor» mediante la creación de zonas de sombra, lo que ayuda a disminuir las temperaturas en los meses más cálidos. Además, los árboles y plantas mejoran la calidad del aire al absorber CO2 y liberar oxígeno, al mismo tiempo que fomentan la biodiversidad local, atrayendo insectos y aves.
Estos espacios naturales también enriquecen la experiencia educativa y lúdica del alumnado, ya que los entornos verdes favorecen el juego creativo y activo. Asimismo, permiten a los niños y niñas aprender sobre el crecimiento de las plantas y la importancia del cuidado del entorno natural.
Con cada intervención, los patios escolares se convierten en pequeños pulmones verdes que mejoran la salud, el bienestar y la educación ambiental de la comunidad escolar.
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