
Una vez más, en Alicante asistimos al espectáculo bochornoso de ver cómo los intereses económicos y la especulación se imponen al bienestar colectivo y a la vida cultural de la ciudad. La última víctima: la emblemática librería 80 Mundos, un símbolo de resistencia cultural y un espacio de encuentro para generaciones de alicantinos y alicantinas.
Mientras el Ayuntamiento se llena la boca hablando de «ciudad moderna», «capital cultural» y «diversificación económica», en la práctica se cruza de brazos ante el avance implacable de la gentrificación. Los turistas llegan, los precios suben, los comercios históricos desaparecen y, con ellos, la identidad misma de la ciudad. Los vecinos y vecinas de toda la vida son expulsados de sus barrios y los espacios culturales independientes, como 80 Mundos, son condenados a desaparecer por la avaricia de unos pocos propietarios y la pasividad cómplice de quienes gobiernan.
La cultura no es un adorno ni un lujo. Es un derecho, un motor de pensamiento crítico, de cohesión social y de verdadero progreso. No puede ser que los intereses particulares de un propietario, por muy propietario que sea, estén por encima de la vida cultural de la ciudad. No puede ser que los escaparates de tiendas de souvenirs y apartamentos turísticos sustituyan a las librerías, los cines de barrio, los teatros independientes y los centros culturales que dan alma a Alicante.
Lo que está ocurriendo no es casualidad ni fruto del «mercado». Es consecuencia directa de una política municipal que prioriza el turismo depredador y la especulación inmobiliaria, mientras mira hacia otro lado ante la destrucción del tejido social y cultural.
Por eso este sábado, 05 de julio a las 19:00 h, nos concentraremos en la puerta de la librería 80 Mundos. Porque Alicante no se vende. Porque la cultura no se negocia. Porque no vamos a permitir que conviertan nuestra ciudad en un parque temático al servicio de los bolsillos de unos pocos, a costa de expulsar a quienes la habitan y la construyen cada día.
El Ayuntamiento debe tomar partido, y debe hacerlo ya. No con palabras huecas, sino con hechos. Protección de los espacios culturales, regulación del mercado de la vivienda, freno a la turistificación y apoyo real a los proyectos que hacen de Alicante una ciudad viva, plural y con futuro.
Hoy es 80 Mundos. Mañana puede ser cualquier otro rincón que amamos. Es hora de plantar cara. Es hora de defender la cultura. Es hora de defender Alicante.
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