
En verano, no se trata simplemente de dormir destapados. Las variaciones térmicas nocturnas en Alicante, donde la temperatura puede descender varios grados de madrugada, hacen que dormir sin protección sea contraproducente.
Los expertos recomiendan optar por capas ligeras y transpirables, capaces de adaptarse a estos cambios. Los tejidos más recomendados son:
- Algodón: Natural, transpirable y fresco, aunque puede retener algo de humedad.
- Lino: Más poroso y absorbente que el algodón, ideal para noches calurosas, aunque su textura no gusta a todo el mundo.
- Bambú: Excelente capacidad de regulación térmica y suavidad al tacto.
- Seda: Regula bien en ambientes templados, pero es poco adecuada para climas húmedos o muy cálidos.
Además, pequeñas prácticas como destapar los pies facilitan la disipación de calor, ya que esta zona contribuye de forma significativa a la regulación térmica. Incluso humedecer ligeramente las muñecas o los pies antes de acostarse puede activar mecanismos de enfriamiento por evaporación.
Alicante y el reto térmico nocturno
El clima de Alicante, de influencia mediterránea, combina veranos largos, secos y calurosos, con temperaturas nocturnas que en muchas zonas superan los 24ºC durante semanas. Las viviendas, muchas veces diseñadas para aprovechar el sol en invierno, retienen el calor en verano, dificultando alcanzar las condiciones ideales para dormir.
Por ello, es recomendable:
- Ventilar al anochecer, aprovechando la brisa marina si se vive en zonas próximas al mar.
- Utilizar ventiladores o climatización, preferiblemente con control de humedad para evitar un ambiente excesivamente seco.
- Apostar por cortinas o toldos térmicos que minimicen la ganancia de calor durante el día.
Dormir bien empieza por conocer tu cuerpo
Cada persona tiene su propio «termostato biológico». Entender cómo funciona, identificar los factores que alteran nuestra sensación térmica y adaptar tanto el entorno como los hábitos nocturnos, son pasos clave para lograr un sueño reparador, incluso en las noches más cálidas de Alicante.
Porque, en definitiva, dormir bien no es solo cuestión de colchones o rituales, sino de ciencia. Y, cuando conocemos las claves, incluso las noches mediterráneas más calurosas pueden ser el escenario perfecto para un descanso profundo.
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