El amanecer en Cabo Cervera

Despertar con el Mediterráneo en los ojos, saborear un desayuno que acaricia el alma y dejarse envolver por la promesa de un día lleno de luz. Ese es el espíritu de la nueva campaña de Nutella, que bajo el lema “Un buen día empieza en casa”, nos invita a celebrar los placeres sencillos con una edición limitada de tarros decorados con paisajes de ensueño: los amaneceres más bellos de cada rincón de España.

Y, por supuesto, Alicante no podía faltar en este viaje sensorial. La marca ha rendido homenaje a la costa alicantina con una imagen del espectacular Cabo Cervera, en Torrevieja, como estandarte de la Comunidad Valenciana. Un lugar donde el sol, cada mañana, tiñe el mar de oro y el aire huele a sal y promesas.

Cabo Cervera: el arte de amanecer junto al mar

Nutella describe estos paisajes como “amaneceres que convierten las costas en lienzos”, y basta mirar el Cap Cerver para entenderlo. Este paraje, que se despliega sobre la costa como una caricia de roca y espuma, ofrece una sinfonía de colores con cada nuevo día. Calas escondidas, aguas cristalinas y una calma que invita a respirar hondo y olvidarse del mundo. Ideal para quienes aman bucear entre peces o perderse en paseos frente al mar con los pies descalzos y el alma ligera.

Pero Cabo Cervera no es solo belleza: es historia, es leyenda. Algunos estudios sugieren que allí nació Torrevieja. Hoy es una playa accesible, viva, conectada con la ciudad pero lo bastante alejada como para mantener ese encanto sereno que enamora. Muy cerca, el Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja ofrece otro espectáculo: flamencos al amanecer, cielos reflejados en lagunas rosas y el silencio de la naturaleza intacta.

Una oda visual a los paisajes que nos definen

La colección de Nutella recorre los 17 paisajes más cautivadores de España, uno por comunidad autónoma. Desde la arena dorada de las Dunas de Maspalomas hasta los viñedos de La Rioja, pasando por el Retiro en calma o los acantilados de la Playa de las Catedrales. Un tributo a lo nuestro, a lo cotidiano, a esa belleza que muchas veces olvidamos por estar demasiado cerca.

Porque hay placeres que no necesitan más que una tostada, un tarro de Nutella y una ventana al mundo.
Porque un buen día puede empezar con algo tan simple —y tan maravilloso— como ver salir el sol sobre Alicante, taza en mano, con el mar susurrándote que todo está bien.

stos son los enclaves elegidos: