
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha adjudicado por más de 15 millones de euros (IVA incluido) un contrato para completar las obras que permitirán unir con alta velocidad el tramo entre La Encina y València, pasando por Xàtiva. Este proyecto es clave para el Corredor Mediterráneo, ya que facilitará la conexión entre el norte y el sur de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, las demoras acumuladas en la ejecución de este plan generan dudas sobre si se cumplirán los plazos establecidos.
La nueva inversión, que será gestionada por Adif AV, contempla mejoras en un total de 122 kilómetros de vías. Las actuaciones incluyen la accesibilidad en los túneles de Font de la Figuera y de Cabezo de Barracas (entre L’Énova y Manuel), mejoras en estructuras como taludes, terraplenes y drenaje en viaductos y pasos superiores, así como adecuaciones de gálibos y reposiciones de cerramientos. Estas obras son esenciales para permitir la circulación de trenes de alta velocidad con ancho estándar, un requisito imprescindible para la integración efectiva del corredor.
El tramo afectado abarca la doble vía entre el Nudo de La Encina y Xàtiva (41 km), los cuatro ramales de conexión con la LAV Madrid-Alicante (7 km) y la doble vía entre Xàtiva y València (58 km), enlazando con la LAV Madrid-València a la entrada de la capital. No obstante, las obras siguen sin materializarse con la rapidez necesaria, lo que podría comprometer su puesta en funcionamiento en 2026, fecha prevista por el Ministerio.
Un nudo clave que sigue pendiente
Con una inversión total de 245 millones de euros, la conexión entre Xàtiva y La Encina es fundamental para que las tres capitales de provincia de la Comunitat Valenciana puedan estar unidas por alta velocidad. Actualmente, aunque ya existe doble vía entre València y Xàtiva, esta no está en servicio debido a la falta de conexión con La Encina, necesaria para completar el enlace con Alicante.
El Ministerio de Transportes asegura que se está avanzando en la renovación integral de la vía, instalando nuevos elementos como balasto, traviesas, carril y desvíos en ancho estándar. Además, se está adaptando la electrificación de la línea de 3 kV en corriente continua a 25 kV en corriente alterna, acorde con las especificaciones de la alta velocidad, mediante la instalación de nueva catenaria y su conexión con los tramos colindantes electrificados.
El despliegue de los sistemas de señalización, telecomunicaciones y control de tráfico centralizado, incluyendo el avanzado sistema ERTMS nivel 2, es otra de las actuaciones previstas. Sin embargo, el retraso en la ejecución de estas obras ha generado incertidumbre y críticas por parte de sectores que dependen de esta infraestructura clave.
Las dudas sobre los plazos persisten
A pesar del anuncio de la adjudicación del contrato, la realidad es que las obras continúan acumulando retrasos. Si no se acelera el ritmo de ejecución, el objetivo de tener el corredor operativo en 2026 podría verse seriamente comprometido. Este proyecto no solo es vital para la conectividad de la Comunitat Valenciana, sino que también es un eslabón fundamental para el transporte de mercancías hacia Europa.
La incertidumbre persiste: ¿se cumplirán finalmente los plazos, o este tramo seguirá siendo un cuello de botella para la alta velocidad en el Corredor Mediterráneo?
Deja una respuesta