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El EVHA desahucia a una familia con un bebé en las Mil Viviendas

5 de junio de 2025 por Jon López Dávila Deja un comentario

Hoy, en el corazón del barrio popularmente conocido como Mil Viviendas, una familia ha sido desahuciada por el EVHA (Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo), el organismo público que, irónicamente, gestiona la vivienda “social” en la Comunitat Valenciana. Una pareja joven, con un bebé a su cargo y otro en camino, ha visto cómo sus pertenencias eran sacadas a la calle mientras el vecindario observaba impotente.

No hubo aplazamiento, no hubo alternativa, no hubo compasión.

Se suele pensar que los desahucios son una realidad ajena. Algo que le pasa a otros. A los que han hecho “algo mal”. A los que no han sabido “gestionar su economía”. Pero la verdad es mucho más incómoda: esto te puede pasar a ti. No hace falta haber cometido ningún error, basta con haber nacido en el país equivocado, en la década equivocada, con un contrato temporal, o con un salario que se evapora en cuanto pagas alquiler, comida y suministros, con todo el mes por delante.

Vivimos tiempos en los que tener un techo estable, calefacción y comida fresca ya no es una garantía básica, sino una lucha diaria. Lo más extraño es que hasta para eso nos hemos acomodado, hasta el punto que vamos perdiendo calidad de vida y en vez de quemar las calles preferimos fotografiar la parte de vida irreal que muestra el puto Instagram.

Con la inflación disparada, la cesta de la compra se ha convertido en un terreno de guerra: primero cambias la ternera por el pollo, luego el aceite de oliva por el de girasol y cuando te das cuenta tienes una dieta de ultraprocesados sin huevos (un euro más caros que hace un año), verduras y frutas ( el doble -y muchas el triple- más caras que hace 3 años) y total, para trabajar más horas, no tener ni para pagar el recibo de la luz… mientras para compensar te hartas a medicamentos para la ansiedad, que se dispensan como caramelos, porque claro, la precariedad también ha llegado al número de psicólogos en la seguridad social, a la falta de aulas dignas en los colegios públicos… e incluso a la justicia para esos que sin medios, no pueden pagarse un abogado, o se ven envueltos en procesos interminables con buitres que acaban echándote de tu casa, de tu barrio, y de tu vida.

Por que sí, los alquileres no dejan de subir. No por mejoras en las viviendas. No por un plan razonado de urbanismo. Sube el alquiler porque puede subir. Porque el mercado lo permite. Porque no hay una regulación efectiva que frene la especulación. En un escenario así, ¿qué sentido tiene hablar de dignidad? La dignidad empieza a convertirse en una utopía cuando vivir deja de ser un derecho y empieza a ser una carrera de obstáculos que solo unos pocos pueden permitirse correr.

¿Dónde queda el papel del Estado? ¿Qué tipo de política de vivienda pública se construye cuando una entidad como el EVHA se permite desalojar a familias con menores sin ofrecer soluciones reales, ni plazos, ni humanidad? ¿Qué significa hoy la palabra “social” en “vivienda social”? ¿Es simplemente un adorno semántico para enmascarar una gestión cada vez más empresarial, más fría, más alejada de las realidades humanas?

Este desahucio no es un caso aislado. Es un símbolo. Una advertencia. El preludio de lo que puede convertirse en rutina si seguimos aceptando la precariedad como parte natural de la vida. La verdadera emergencia no está solo en los márgenes. Se está extendiendo al centro. Al vecino que trabaja pero no llega. A la familia que pensaba que “esto no les podía pasar”. Al tú de mañana.

Quizá aún no te ha tocado. Quizá todavía puedes pagar el alquiler, aunque sea con esfuerzo. Pero ¿por cuánto tiempo más? Porque cuando la vivienda deja de ser un derecho garantizado, cualquier colchón social se convierte en papel mojado. Cuando se desahucia a una familia con un bebé, lo que se destruye no es solo su hogar, sino un trozo de nuestra propia comunidad.

Hay que decirlo claro: hoy han sido ellos. Mañana podrías ser tú. Y tal vez cuando te toque a ti, ya sea demasiado tarde para actuar.

Publicado en: ALICANTE CIUDAD, Crítica Social, en titular, noticias breves, REVISTA, urbanismo Etiquetado como: vivienda




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