El Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) se llenó el viernes 17 de octubre para asistir al estreno de «Juana Francés, la fuerza oculta», el documental dirigido por Natalia Molinos y Maxi Velloso que inaugura las actividades complementarias de la nueva exposición dedicada a la artista alicantina. La expectación no era casual: Juana Francés sigue siendo una de esas figuras que la historia del arte español aún está redescubriendo, una pionera cuya mirada, tan íntima como radical, atravesó el academicismo para abrirse paso en un territorio propio.
La película, de una hora de duración, transcurre con la naturalidad de una conversación entre generaciones. A través de entrevistas con familiares, amigos, artistas y especialistas, el relato dibuja una figura compleja, sensible y tenaz. Se intercalan voces que desmitifican y humanizan, que sitúan a Juana más allá del icono: mujer de su tiempo, pero también muy por encima de él. En un país que apenas reconocía el talento femenino en la posguerra, Francés rompió moldes desde la pintura y la abstracción, y lo hizo sin ruido, con la contundencia de quien confía más en la obra que en la palabra.
El montaje visual de Velloso aporta ritmo y distancia justa; la dirección de Molinos, empatía y lucidez narrativa. El documental se detiene en los momentos esenciales de su trayectoria —desde su formación en la Academia de San Fernando hasta su papel fundacional en el grupo El Paso— y los entrelaza con fragmentos de su producción pictórica. En ellos se adivina esa tensión entre lo matérico y lo espiritual que definió su lenguaje: superficies rugosas, pigmentos densos, una iconografía que conjuga la introspección con la fuerza plástica.
Con el apoyo de la Generalitat Valenciana, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, el MACA, Casa Mediterráneo y Espejo de Alicante, el documental se erige como un acto de memoria activa, una forma de devolverle presencia a quien fue, durante décadas, invisible incluso en su propia tierra.
Pero más allá del homenaje, «Juana Francés, la fuerza oculta» propone una lectura actual de su legado: la del arte como resistencia frente a la norma. Su pintura —hecha de texturas, silencios y estructuras casi arquitectónicas— anticipó discursos sobre la identidad, el cuerpo y la percepción que hoy resuenan con una claridad nueva. Francés no fue solo una mujer en un «entorno adverso» o una época que no le corresponde: fue una creadora que entendió que la abstracción podía ser también una forma de autobiografía.
En una época en la que lo visual compite con la inmediatez, este documental recuerda que el arte verdadero nace del pulso interior. Y que en la obra de Juana Francés ese pulso sigue latiendo, oculto pero vivo, como una corriente que atraviesa la historia y vuelve —desde Alicante— a reclamar su lugar.















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