
No me gusta desvelar secretos, porque pierden su encanto. Y en esta sociedad, la masificación ha acabado desvirtuando un millón de cosas, y causas, bonitas. Pero la felicidad es tan relativa, tan necesaria y cuesta tanto encontrarla, que ocultársela al mundo sería un sacrilegio. Por eso hoy os voy a presentar un sitio en el que, a través de la historia y los libros, uno da con una extraña paz, que nutre de esencias diversas a tu mente, a tu espíritu, a tus sentidos y a tu vida.
El Secreto lo custodia Don Biblio, que hace unos años cambió su Rosemhein natal por Alicante. Y aquí, en el primer piso del Colegio Notarial (C/Villegas, 1) puedes encontrar la Biblioteca de los Libros Felices, un espacio único e irrepetible, donde el tiempo se para y la razón tiene vía libre para fusionarse con la emoción.
Todos necesitamos caricias. Incluidos los libros. Esos que para un librópata y Catedrático de Universidad como Manuel Desantes, es una buena razón para preservar unos cuantos tesoros impresos de la humanidad. Desde un facsímil impecable de la Biblia de Gutenberg a las obras de Marco Tulio Cicerón o una reivindicación de alma florentina de Dante, pasando por la enciclopedia de Diderot y D’Alambert, como guía espiritual del conocimiento, la memoria, la razón y la imaginación, que yace abierto y desplegado, dejando un reguero de olor a historia que magnifica el paso del tiempo y nos hace valorar el presente con el rigor que da la perspectiva.
La importancia bibliográfica es obvia. Pero el fin, es, si cabe, aún más digno. Ya que en un mundo que cada vez se caracteriza más por el egoísmo, el llamamiento al movimiento de la sociedad civil, a la unidad y a la necesidad de hacer de la cultura un bien común, da sentido a esta maravillosa colección de 4.200 volúmenes, cuya felicidad, en esencia, aumenta cada vez que hay una visita, un recital poético, una aportación de libros de autores de aquí, una emoción silenciosa de alguien que busca huir del estrés o crear una sinergia entre música clásica y felicidad de los ecos escritos por voces que ya no suenan, pero se pueden leer.
Según Desantes, «los libros se hacen mayores, que no viejos» y en ese proceso, es hermoso hacer un ejercicio de valoración de todo lo que nos hemos perdido, y lo que más allá de un contenido concreto, prevalece como forma de aquello que no puede repetirse.
El tiempo corre, pero la eternidad perdura. Y el lujo de sentarse a paladearla y a acariciarla, pone de manifiesto la importancia de lo que hoy es nuevo y en unos años será incunable. Sino para el mundo, sí para ti. Como cada uno de los elementos que se amontonan ordenadamente en las vitrinas de la Biblioteca de Los Libros Felices.
Como cada uno de nosotros, y nosotras, cada obra es auténtica y única. Pero incunables o no, todas las letras allí impresas forman parte de una eternidad que sobrepasa los límites que nos autoimponemos al hablar de la historia, y de la vida. Si te paras a pensarlo, cada zurcido de cada libro, esconde cientos de momentos de entretenimiento, de ensoñaciones y valoraciones, que furulan entorno a las portadas desgastadas de cada ejemplar.
Por lo que, bajando las escaleras hacia la puerta de salida, me queda claro que lo que custodia Don Biblio, no son libros que se hacen mayores, tratando de ser felices. Sino que lo que su llave guarda, es una parte a interpretar de la eternidad. Y por un rato, de vez en cuando, y gracias a Manuel Desantes, puedes tener la suerte de vivirla por ti mismo y a tu manera.
Disfrútalo, ahora que ha dejado de ser un secreto.
*Hay lista de espera hasta julio del 2025, Pero la espera merece la pena regístrate
Lo que conviene saber antes de entrar
Los libros antiguos son seres vivos que guardan celosamente nuestra memoria histórica, y necesitan ser cuidados con cariño para mantener su esencia. En la Biblioteca de los Libros Felices, todos tienen más de 120 años, pero no se les considera viejos ni anticuados, sino mayores. Cada uno de ellos, con sus páginas llenas de historia y conocimiento, sigue siendo una fuente vital de sabiduría que merece respeto y aprecio. Quien entra con eso, sale feliz y deja feliz a los libros mientras esperan la siguiente visita.
La Biblioteca de los Libros Felices: Un Sueño Hecho Realidad
La Biblioteca de los Libros Felices es el fruto de la pasión y visión del profesor Manuel Desantes, un claro ejemplo de cómo desde la sociedad civil, con humildad y escasos recursos, es posible crear un proyecto cultural que conmueve y fascina a miles. Esta singular biblioteca, formada a partir de su colección personal, alberga actualmente 4,200 volúmenes, organizados por siglos, materias y autores. Entre sus joyas destacan 16 incunables, 45 postincunables (libros impresos entre 1501 y 1540), 350 ejemplares del siglo XVI, 500 del XVII, 1,500 del XVIII y 1,800 del siglo XIX.
Aunque no puede competir con gigantes como las bibliotecas de Baviera, la Británica o la Vaticana, en América Latina estaría entre las diez más importantes, equiparándose a las bibliotecas nacionales de Argentina o Perú.
Los incunables: Tesoros impresos de la humanidad
Se consideran incunables aquellos libros impresos antes del 1 de enero de 1501. Aunque esta definición parece abarcar un largo período de tiempo, en realidad se trata de una etapa muy breve en la historia de la impresión, ya que fue en 1455 cuando Gutenberg revolucionó el mundo con su imprenta moderna. Hoy en día, los incunables son auténticas rarezas, verdaderos testimonios del inicio de la difusión masiva del conocimiento. Preservarlos es una responsabilidad colectiva, pues representan un legado invaluable para la humanidad.
Tesoros en Alicante
El primer incunable impreso fue la Biblia de Gutenberg o Biblia de 42 líneas, y en Alicante tenemos una versión facsímil impecable. Junto a él hay más de 150 ediciones de las obras de Marco Tulio Cicerón, los cinco cantos del Inferno de la primera edición florentina de La Divina Comedia de 1481, una impresión de la Física de Aristóteles de 1496 por Octaviano Scotti, una de las primeras ediciones de las obras completas de Lutero en siete volúmenes, la primera edición de la Historia de España de Juan de Mariana (1605) y la monumental Enciclopedia de Diderot y D’Alembert en 82 tomos publicada en Lausanne a partir de 1775. Todos acariciables.
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