Dicen que No siempre hay que tener alas para volar. No es que vaya a comprobarlo, pero es cierto que a veces no somos conscientes de que volamos, sin despegar los pies del suelo. La gasolina que utilicemos para ello, puede ser diversa. Hay veces que hasta se junta el amor, con una buena sesión de directos, un Castillo rebosante como en las batallas de otras épocas, sol, cerveza, adrenalina… Por separado todo valdría, pero el sábado pasado todo se mezcló en una nueva cita de Los Conciertos del Baluarte.
Este ciclo tengo la suerte de estar viviéndolo por dentro. Rodeado de técnicos, entrevistadoras, fotógrafos, camareros y músicos. En ese contexto la sinergia es automática y el placer de ir viendo como todo cuadra y sale bien, genera en ti un sentimiento muy particular que mezcla orgullo, compañerismo y diversión.
Pero más allá de todo lo que gira en torno a la organización del evento, los verdaderos protagonistas de la mañana fueron Alcalá Norte y La Llama.
Los madrileños vienen avalados por un disco homónimo que, al final de este año copará los primeros puestos de las listas de mejores álbumes nacionales del 2024. En Alicante, este sexteto que acumulará letras grandes en los futuros festivales, evidenció porqué acumula una larga colección de Sold Outs en sus últimos saraos.
Tienen un directo contundente en el que la simbiosis con el público es obvia desde que suena el primer acorde. de ‘Westminster’ a ‘La Vida Cañón’ los grandes éxitos de la banda removieron los cimientos del castillo, como si nos retrajéramos a tiempos de batallas históricas, con Álvaro Rivas al mando del ejército vistiendo una camiseta de Hércules, y el díscolo Jaime Barbosa poniendo la nota de humor cuando la ocasión lo requería. El plan en sí, es bueno, pero con BSO de Alcalá Norte es mejor.
Antes de «Los Chavales del Centro Comercial», La Llama sorprendió a los que tuvieron a bien adelantar su llegada al Castillo de Santa Bárbara. Como TG&SOA el primer día, el trío de alicantinos en pleno regreso a las tierras que le vieron nacer, dieron un show espídico y sin concesiones. Punk crudo de otras épocas, tocado con estilo, rápido, intenso, ruidoso y sin dejarse un gramo de sudor en el tintero. Demostrando que la escena alicantina goza de mejor salud de la que muchos piensan.
Volar acompañado, si cabe, es una experiencia aún mejor. Y hacerlo de más de 1500 personas, a la vez, imagínate lo bien que sienta. Mi particular orgullo haciendo la foto con el mar y Alicante a mis espaldas, se refleja en la cantidad de sonrisas que capté. Estas cosas tienen el fin de hacernos un poco más felices a todos, y a todas. Tendemos a ponernos trabas, a centrarnos en cosas que, a la larga, hasta pueden hacernos daño. A complicarnos la vida, sin necesidad. Justamente, por eso, es tan importante ver la vida desde arriba. El vuelo puede ser utópico o ensoñado, pero la cuestión es saber encontrar la sensación de sobrevolar nuestras propias vidas, sin alas, pero bailando. Y así, hasta que el siguiente concierto, vuelva a motivarte.
La programación continúa
- Sábado 2 de noviembre – LA HABITACIÓN ROJA + VILLANUEVA
- Sábado 9 de noviembre – PIPIOLAS + ELSA GRANDE
- Sábado 23 de noviembre – TIBURONA + LA 126
- Sábado 30 de noviembre – BIZNAGA + ALABAYOS
Hora de comienzo de los conciertos: 12:00h
Entrada GRATUITA.
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