
El 30 de marzo, Alicante rindió homenaje a Miguel Hernández, en el 83 aniversario de su fallecimiento, recordando al poeta oriolano como un pilar de la literatura española del siglo XX y como un referente indiscutible de la cultura de esta provincia. Su figura sigue siendo esencial para entender la historia de la Guerra Civil española y la lucha por la libertad y la justicia, especialmente en un contexto en el que la memoria histórica continúa siendo un tema de debate.
En este emotivo homenaje, la Comisión Cívica, como parte de la Senda del Poeta, visitó la estela funeraria en el cementerio de Alicante, donde descansan los restos de los 724 republicanos alicantinos fusilados por el franquismo entre 1939 y 1945. Este acto solemne incluyó la lectura de cartas de despedida escritas por los condenados a muerte por el franquismo, ofreciendo un recordatorio personal y doloroso de aquellos que fueron víctimas de una represión brutal y de una historia silenciada por muchos años. Los nombres de personas como Antonio Alonso Ruiz, Agustín Ribera Segura o Pedro Escalante Coves fueron pronunciados nuevamente, evocando su lucha y la relevancia de sus últimas palabras.
La memoria histórica sigue siendo una deuda pendiente con las víctimas de la Guerra Civil, y especialmente con aquellos que, como Miguel Hernández, lucharon por una causa que se ha visto distorsionada y minimizada en muchas ocasiones. Este acto también sirvió para subrayar la falta de apoyo institucional a la hora de fomentar el conocimiento y la difusión de lo sucedido durante este oscuro capítulo de la historia. Las instituciones locales, bajo la dirección de ciertos grupos políticos, han mostrado una actitud reacia a reconocer plenamente la magnitud de lo ocurrido y a apoyar políticas públicas de reparación y reconocimiento para las víctimas. La Senda del Poeta, que culmina con este acto en Alicante, se erige como un espacio necesario para reivindicar la memoria y la justicia que aún está pendiente.
El homenaje a Hernández se llevó a cabo también en un contexto crítico: hace más de ocho décadas, el poeta fallecía en la cárcel de Alicante, víctima de una tuberculosis a los 31 años. Su tumba fue adornada con flores rojas, amarillas y moradas, evocando los lazos ideológicos del poeta, quien simboliza la lucha por la justicia y la libertad. La lectura de sus versos sirvió para recordar la importancia de mantener viva su figura, no solo como escritor, sino como símbolo de resistencia.
La Senda del Poeta, que recorre 68 kilómetros en tres días, no solo honra la vida de Hernández, sino que pone de manifiesto la relevancia de seguir luchando por una memoria histórica que reconozca la verdad y garantice justicia a las víctimas de la represión franquista. Este recorrido abarca las localidades más significativas en la vida del poeta, comenzando en Orihuela, su ciudad natal, y pasando por otros municipios como Redován, Elche, Crevillent y Alicante, lugares donde Miguel Hernández vivió, sufrió y murió. Con la conmemoración de su muerte y el recuerdo de las víctimas de la guerra, la Senda del Poeta se mantiene como un acto imprescindible para reivindicar la memoria de un pueblo que sufrió y sigue reclamando justicia.
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