
El Ayuntamiento de Alicante ha decidido trasladar al paseo volado del muelle de Levante el XXXVI Concurso de Castillos de Fuegos Artificiales, que se celebrará del 25 al 29 de junio. Así lo ha anunciado la concejala de Fiestas, Cristina Cutanda, tras la Junta de Gobierno, explicando que el cambio se debe a las obras de regeneración de la playa del Cocó, impulsadas por la Dirección General de la Costa y el Mar, que han imposibilitado el uso del emplazamiento tradicional.
La nueva ubicación, justo al final de la pasarela del Puerto donde concluye la rotonda del Museo de la Ocean Race, permitirá ampliar la visibilidad del espectáculo desde la playa del Postiguet, embarcaciones, otros puntos del puerto y gran parte de la fachada litoral. La propuesta ha contado con el visto bueno de pirotécnicos, bomberos y Protección Civil.
Este cambio demuestra que es posible replantear ubicaciones para eventos de gran afluencia sin perder espectacularidad ni público. De hecho, plantea una oportunidad que Alicante debería aprovechar también para las mascletás. ¿Por qué no trasladarlas al mismo paseo volado? Esta solución permitiría preservar el patrimonio urbano, como la castigada Fuente de Banyuls, evitar daños colaterales por las vibraciones, y reducir el colapso del centro durante casi todo el mes de junio, cuando se suceden actos festivos que complican la movilidad y el día a día de los residentes.
El paseo volado, con sus 350 metros de longitud y ocho metros de ancho, ya ha demostrado ser un espacio óptimo para eventos multitudinarios, como cuando fue inaugurado en 2008 con la salida de la Ocean Race. Desde distintos puntos del litoral —Postiguet, La Cantera, Almadraba, Puertoamor— puede presenciarse el espectáculo sin comprometer la seguridad ni saturar el casco urbano.
El concurso pirotécnico lo abrirá la Pirotecnia Turis la noche de San Juan, el 24 de junio, y lo cerrará Hermanos Sirvent el 29. También participarán Fuegos Artificiales del Mediterráneo (26), Hermanos Ferrández (27) y Gironina (28). Cada castillo durará al menos 15 minutos, con un coste unitario de 19.000 euros, y deberá cumplir con especificaciones técnicas estrictas, como calibres máximos y orientación exclusiva al mar. La pirotecnia ganadora recibirá un premio de 2.000 euros.
Este traslado es un ejemplo claro de que la ciudad puede adaptarse y mejorar. La experiencia con los fuegos artificiales puede marcar el camino para evitar que las mascletás sigan impactando negativamente tanto en el patrimonio urbano como en la vida cotidiana del centro de Alicante.
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