La escena escénica alicantina vuelve a colocarse en el foco nacional con Farra, un cabaret barroco ideado por el director y creador Lucas Escobedo, nacido en Alicante, en colaboración con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Esta producción, que ha sido seleccionada como finalista en la 28ª edición de los Premios Max de las Artes Escénicas, compite en la categoría de Mejor espectáculo musical o lírico, situándose a la altura de propuestas de grandes instituciones como el Teatre Nacional de Catalunya (Ànima) o la veterana Dagoll Dagom (L’alegria que passa). El ganador se anunciará el 16 de junio.
Este reconocimiento no solo celebra la excelencia de Farra, sino que consolida el peso de Alicante en el mapa de las artes escénicas contemporáneas. Siguiendo la estela de referentes como Asun Noales o Sol Picó, figuras clave en la danza y el teatro físico desde la Comunidad Valenciana, Escobedo representa una nueva generación de artistas que desde lo local proyectan su arte al mundo.
Farra, que podrá verse en el Teatro Principal de Alicante el próximo 14 de septiembre dentro del Festival Internacional de Teatro Clásico, propone un cruce irreverente entre el Siglo de Oro y la actualidad. Un espectáculo que mezcla música en vivo, humor, acrobacias y espíritu clown para hablar del teatro desde la voz de los márgenes: seis artistas humildes que, lejos de palacios y fastos cortesanos, celebran la vida y el arte desde lo popular.
Con esta nominación, Farra se incorpora a la élite de los 33 montajes finalistas entre los 486 inscritos este año. Pero no lo hace solo: la Comunidad Valenciana suma otros candidatos destacados en esta edición, como Ambulant, de LA FAM Teatre, o Boira, con texto de Aina Gimeno Pérez. Además, el prestigioso coreógrafo Marcos Morau, natural de Ontinyent, podría alzarse con el galardón a la mejor dirección de escena por Afanador, la producción del Ballet Nacional de España que lidera en candidaturas.
Los Premios Max, organizados por la Fundación SGAE desde 1998, son el mayor reconocimiento del teatro y la danza en España. En esta edición, también se premiará la trayectoria del legendario Juan Margallo y Petra Martínez, así como el trabajo pedagógico de Ignacio Aranguren y Vicente Galbete con el teatro escolar.
En este contexto, Farra no es solo un espectáculo finalista: es la confirmación de que Alicante no es un apéndice cultural, sino un vivero de talento escénico con voz propia. Y Lucas Escobedo, junto a sus predecesores y coetáneos, es una muestra más de que las artes escénicas alicantinas están llamadas a ocupar un lugar de referencia en el panorama estatal.
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