El barrio de la Bola de Oro de Alicante vuelve a situarse en el epicentro del debate sobre la gentrificación. Quince familias residentes en los bloques Pascual de la Mata se preparan para un posible desalojo masivo después de que la empresa propietaria, Hostelería Carrusel S.L., haya rechazado negociar soluciones que permitan la permanencia de las actuales inquilinas. Ante esta situación, el Sindicat de Barri Carolines ha convocado para esta tarde una concentración en la playa del Postiguet, frente al restaurante Miramar, uno de los locales vinculados al grupo empresarial.
Los residentes, en su mayoría familias trabajadoras con rentas modestas, menores a cargo y personas mayores con problemas de salud, denuncian que están siendo empujados fuera de sus viviendas en un proceso que consideran claramente especulativo. Pese a que la empresa afirma que los pisos mantendrán un uso residencial, está obstaculizando la renovación de contratos e intentando forzar salidas mediante compensaciones económicas mínimas. Paralelamente, las obras que se realizan en el único piso vacío ya han provocado daños en zonas comunes y hogares colindantes.
Detrás de Hostelería Carrusel S.L. se encuentran empresarios relacionados con Real Club Noray S.L. y Hermolara S.L., compañías con negocios hosteleros en zonas turísticas como el puerto y la playa del Postiguet, y concesionarias municipales durante años. Sus intereses en la explotación turística reavivan la preocupación vecinal sobre el desplazamiento de residentes y la transformación de barrios enteros en espacios orientados al turismo intensivo.
Mientras las familias afrontan denuncias por vencimiento de contrato y la incertidumbre de un futuro desahucio, la ciudad sigue sin ofrecer alternativas habitacionales. Organizaciones vecinales subrayan que la administración local no está aplicando medidas efectivas para frenar estos procesos, pese al incremento de casos similares en otros barrios. La falta de un parque público de vivienda y la permisividad ante movimientos especulativos dejan, una vez más, a residentes vulnerables sin opciones reales.
La movilización de esta tarde pretende visibilizar una situación que, según los colectivos convocantes, puede repetirse en cualquier punto de Alicante si no se adoptan políticas firmes que frenen el avance de la gentrificación y limiten el poder de fondos y grupos hosteleros sobre el mercado residencial de la ciudad.
















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