
- El Ministerio de Sanidad propone una ampliación drástica de los espacios libres de humo para frenar el daño del tabaquismo, responsable de miles de muertes al año en España.
El tabaquismo continúa siendo una de las principales causas de muerte evitable en nuestro país. Consciente del enorme coste humano, sanitario y económico que genera, el Ministerio de Sanidad ha presentado un borrador de reforma de la ley antitabaco que busca proteger especialmente a los menores y a las personas más vulnerables frente a la exposición al humo, ya sea de cigarrillos tradicionales o electrónicos.
Entre las medidas destacadas, se encuentra la prohibición de fumar a menos de 15 metros de parques infantiles, centros educativos, hospitales y edificios públicos, lugares frecuentados por niños, personas mayores o enfermos que pueden sufrir consecuencias más graves por el humo ajeno. Sanidad también propone vetar el consumo en terrazas, vehículos comerciales y centros deportivos, así como eliminar los clubes de fumadores.
Frenar el daño entre los jóvenes
La exposición temprana al tabaco y sus derivados ha demostrado ser una puerta de entrada al consumo regular. Por ello, la nueva legislación pone el foco en frenar el auge del vapeo entre adolescentes, quienes han encontrado en los cigarrillos electrónicos desechables —con sabores atractivos y apariencia inocente— un producto aparentemente inofensivo, pero igualmente adictivo.
Sanidad propone prohibir estos dispositivos de un solo uso y restringir la venta de todos los productos relacionados con la nicotina (como las bolsitas o los dispositivos de tabaco calentado) a estancos y máquinas expendedoras autorizadas. Además, se prohibirán los sabores distintos al tabaco en los vapeadores, para hacerlos menos atractivos a los jóvenes.
Zonas libres de humo para todos
Los espacios donde quedará prohibido fumar se ampliarán significativamente. La medida afectará también a universidades, centros de formación de adultos, instalaciones deportivas, piscinas, espectáculos públicos, bares, restaurantes (incluso sus terrazas) y cualquier recinto de ocio, independientemente de la presencia de menores.
Esta ampliación no es caprichosa: la evidencia médica es clara y contundente. El humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, muchas de ellas cancerígenas. La exposición pasiva —incluso breve— puede desencadenar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y agravar patologías ya existentes.
Empaquetado neutro y sin publicidad
El plan también obliga a la industria tabacalera a introducir el empaquetado neutro en un plazo de doce meses desde la aprobación de la ley. Esto incluye cajetillas de un solo color, sin logotipos ni elementos visuales atractivos, y con tipografías estandarizadas, para eliminar cualquier incentivo visual ligado al consumo.
Asimismo, toda forma de publicidad, patrocinio o promoción del tabaco y sus derivados quedará prohibida, incluso en internet o máquinas expendedoras. Solo se permitirá la comunicación entre empresas del sector y profesionales del comercio del tabaco.
Un beneficio claro: salud y ahorro
El tabaco no solo enferma y mata: también cuesta miles de millones de euros al sistema público de salud y a la economía nacional. Sanidad estima que reducir tan solo entre un 1% y un 2% la prevalencia del consumo generaría un ahorro sanitario de entre 100 y 200 millones de euros al año. A largo plazo, el impacto económico positivo sería de más de 2.000 millones anuales, gracias a la disminución de muertes prematuras, bajas laborales y enfermedades crónicas como el cáncer, la EPOC o los infartos.
España da así un paso importante para alinearse con los países más avanzados en la lucha contra el tabaquismo, apostando por una legislación que protege la salud pública, especialmente la de quienes más merecen ser protegidos: los niños, adolescentes y enfermos crónicos.
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