
Un equipo del Georgia Institute of Technology (Estados Unidos) ha desarrollado una película biobasada capaz de igualar el rendimiento del plástico convencional incluso en condiciones de alta humedad. El avance, que llega en plena transformación del sector del envase y embalaje en la Comunidad Valenciana, abre la puerta a usos reales en alimentación, farmacia y cosmética sin recurrir a plásticos derivados del petróleo.
La nueva película combina celulosa vegetal, quitosano procedente de hongos o subproductos marinos y ácido cítrico obtenido de frutas. Todos ingredientes de origen natural y, además, muchos de ellos presentes en la propia industria agroalimentaria del Mediterráneo.
Tras un proceso de calentamiento, las moléculas se alinean para formar una capa extremadamente densa y estable. Esta estructura impide que el material se hinche o se ablande, el gran talón de Aquiles de muchos bioplásticos.
La sorpresa —según sus desarrolladores— es que el material mantiene una barrera muy eficaz frente al oxígeno y el vapor de agua, incluso a 80 % de humedad relativa, una condición que simula los climas más húmedos. En la práctica, su rendimiento es comparable al PET y al EVOH, dos de los plásticos más utilizados para conservar alimentos y medicamentos.
Para empresas alicantinas vinculadas al envasado, la cosmética o los productos hortofrutícolas —con fuerte presencia en la Vega Baja, l’Alacantí o la Marina Baixa— este tipo de avances puede resultar especialmente relevante en los próximos años.
Un impulso para la transición ecológica
La Unión Europea ha endurecido en los últimos años la normativa sobre envases de un solo uso, y muchas alternativas “verdes” no lograban cumplir con las exigencias de seguridad y conservación. Este nuevo material podría llenar justamente ese vacío: es biodegradable, ofrece un rendimiento industrial real y aprovecha residuos agrícolas y alimentarios.
En un territorio como Alicante, donde conviven industrias del plástico, empresas hortofrutícolas y proyectos emergentes de economía circular, este tipo de tecnología encaja con las nuevas líneas de innovación que buscan valorizar restos vegetales, excedentes o subproductos del mar.
Aunque el principal interés procede del sector alimentario, la película podría aplicarse a:
- Fármacos sensibles a la humedad,
- cosmética,
- recubrimientos para textiles,
- protección de componentes electrónicos,
todos ellos sectores con presencia en la provincia.
La tecnología ya está en proceso de patente, lo que indica que su salto al mercado podría no ser lejano.
Los investigadores recalcan que no se trata de “la” solución definitiva, pero sí de una demostración clara de que los materiales renovables pueden competir con los plásticos fósiles. Si este enfoque prospera, podría favorecer nuevas cadenas de valor basadas en residuos agrícolas o plantas de biopolímeros en zonas rurales, algo muy alineado con proyectos que ya exploran municipios de interior de la provincia.
En un futuro próximo, envases de este tipo podrían convivir con sistemas de compostaje doméstico o municipal, ayudando a reducir los residuos que acaban en vertederos o en la fracción resto.
Más información: Transforming Renewable Carbohydrate-Based Polymers into Oxygen and Moisture Barriers at Elevated Humidity | ACS Applied Polymer Materials
















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