
El Ayuntamiento de Alicante ha adjudicado el contrato para el mantenimiento y conservación de la red viaria municipal a la empresa Mediterráneo de Obras y Asfaltos por un importe de ocho millones de euros para los próximos cuatro años, con posibilidad de prórroga por un año más.
Este contrato abarca la reparación y conservación de los 1.650 kilómetros de calles, avenidas, caminos y carriles bici de la ciudad. Las actuaciones previstas incluyen la rehabilitación de calzadas, la conservación de puentes y pasos inferiores, el mantenimiento de muros de contención y otros elementos de la infraestructura vial. Se contemplan trabajos para corregir deficiencias en rotondas, medianas, sistemas de drenaje y mejorar la accesibilidad en espacios públicos urbanizados.
Más allá del presupuesto asignado y de la logística operativa del contrato, es fundamental cuestionarse si este tipo de inversiones responden realmente a una estrategia de ciudad bien definida o si simplemente perpetúan un modelo de mantenimiento sin una visión transformadora. La ciudad no solo necesita arreglos puntuales en su pavimento, sino una reflexión más profunda sobre el tipo de espacio urbano que se está consolidando.
El nuevo contrato introduce algunas novedades, como la creación de equipos específicos para reparaciones rápidas y urgentes, lo que puede agilizar la respuesta ante baches y desperfectos. Sin embargo, más allá de la inmediatez en la solución de incidencias, sigue faltando una perspectiva integral sobre el modelo de movilidad, la sostenibilidad y la habitabilidad de Alicante.
Se destina un presupuesto significativo para conservar el estado actual de las vías, pero ¿hasta qué punto estas inversiones contribuyen a una ciudad más amable, segura y eficiente? Más que renovar asfaltos, Alicante necesita un replanteamiento de su espacio público que priorice realmente a peatones, ciclistas y transporte público, en lugar de simplemente perpetuar una infraestructura centrada en el vehículo privado. Una inversión que no se limite a corregir el desgaste, sino que transforme la ciudad hacia un futuro más sostenible y humano.
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