El derribo de las viviendas situadas en primera línea de la playa de Babilonia, en Guardamar del Segura, previsto para este lunes 15 de septiembre, ha quedado paralizado de forma cautelar. La suspensión se debe a la resolución de la Generalitat Valenciana, que protege el conjunto residencial por sus valores etnológicos y culturales, en aplicación de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano.
Las casas de Babilonia, construidas a lo largo del siglo XX por familias locales y transmitidas durante generaciones, constituyen un enclave único en el litoral valenciano. Su tipología arquitectónica, ligada a la tradición pesquera y marinera, forma parte de la memoria colectiva de Guardamar y ha configurado un paisaje singular, en el que la relación entre viviendas y playa adquiere un valor histórico y cultural reconocido.
La Conselleria de Medio Ambiente abrió el pasado mes de julio un expediente para declarar el núcleo como zona urbana de especial interés etnológico, lo que ha permitido suspender de manera inmediata cualquier intervención que pudiera ocasionar un daño irreversible en este patrimonio. La demolición no solo supondría la pérdida material de las casas, sino también la desaparición de un testimonio vivo del desarrollo social y económico de la localidad.
Mientras el Ministerio para la Transición Ecológica mantiene la potestad de decidir el futuro del enclave, el movimiento vecinal continúa presionando para que se reconozca la singularidad del conjunto y se garantice su conservación. Los propietarios han asumido hasta ahora la carga económica derivada de los procedimientos administrativos, con la amenaza de tener que costear incluso el derribo de sus propias viviendas, lo que añade un factor de vulnerabilidad al conflicto.
Desde la Generalitat se subraya que estas edificaciones son compatibles con la protección del litoral y que, lejos de ser un obstáculo, aportan identidad, paisaje y continuidad histórica a la costa de Guardamar. El Consell defiende que la preservación de este núcleo tradicional es una medida necesaria para asegurar la diversidad cultural y patrimonial del territorio.
Por ahora, la suspensión cautelar evita la desaparición inmediata de las casas de Babilonia, pero el futuro del enclave sigue en el aire. El debate trasciende la mera gestión administrativa y se centra en cómo equilibrar la protección del litoral con la conservación de un patrimonio que forma parte inseparable de la historia y la identidad de Guardamar.
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