
El aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández sigue batiendo récords y consolidando su papel clave en la llegada de turistas a la provincia. En febrero, el aeródromo alicantino registró 1.166.789 pasajeros, lo que supone un 16,4% más que en el mismo mes de 2024. Este crecimiento se suma al hito de enero, cuando por primera vez se superó la barrera del millón de pasajeros en el primer mes del año.
El grueso de este aumento proviene del mercado internacional, que creció un 17,6% con 999.022 pasajeros, mientras que el mercado nacional también registró un alza del 9,8% con 166.991 viajeros. En cuanto a los principales países emisores, Reino Unido se mantiene en primera posición con 361.086 pasajeros, seguido de Países Bajos (83.047), Polonia (76.846), Alemania (76.269) y Bélgica (65.227).
Los vuelos también crecieron en la misma línea, con 7.575 operaciones en febrero, un 18,9% más que en 2024. En el acumulado de los dos primeros meses del año, el aeropuerto ha gestionado 2.224.003 pasajeros y 14.698 vuelos, lo que representa incrementos del 13,4% y 14,5%, respectivamente.
El coste de crecer sin invertir en calidad
El crecimiento del turismo es una buena noticia para la economía local, pero también genera una carga sobre las infraestructuras y los servicios públicos. Si a esos 2,2 millones de pasajeros que han pasado por el aeropuerto en lo que va de año se les aplicara una tasa turística de 10 euros, habría más de 22 millones de euros adicionales para mejorar servicios esenciales.
Este dinero podría destinarse a mejorar las infraestructuras, pagar el coste de la recogida de basura generada por los visitantes o reparar los desperfectos que se producen con el aumento de la actividad. Además, se podría plantear un cobro simbólico por la entrada a museos o patrimonios culturales, como ocurre en otras ciudades turísticas, para que el turismo no solo sume en volumen, sino en calidad y sostenibilidad.
La cuestión no es si queremos turistas o no, sino cómo queremos que sea el modelo turístico de Alicante. ¿Seguimos apostando por la cantidad sin evaluar las consecuencias o damos el paso hacia un turismo de mayor valor añadido, que contribuya de manera justa al mantenimiento de la ciudad?
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