
Sant Joan d’Alacant se prepara para su Festival de Cine con un añadido que poco o nada tiene que ver con la esencia del evento: el Mercado Modernista. Del 28 al 30 de marzo, el municipio acogerá este mercadillo que, supuestamente, complementa el festival, pero que en realidad parece una distracción barata con “aderezos y mierdas” que desdibujan la identidad del certamen cinematográfico.
Con 25 años de historia, el Festival de Cine de Sant Joan ha sido reconocido por su criterio profesional, atrayendo a expertos del sector y siendo alabado con diferentes distinciones como la de los Premios Goya. Un referente, que, sin embargo, la edición de este año ha tirado por los suelos, porque parece más interesada en la feria de baratijas, o en el concurso de escaparates que en fomentar la cultura cinematográfica.
El despropósito económico también es notable: la licitación del mercado, identificada con el expediente 2025-0246, cuenta con un valor estimado de 12.546,00 € adjudicados sin concurso. Un gasto que, sorprendentemente, se acerca a la inversión total del propio festival, dejando claro cuáles son las prioridades del Ayuntamiento, que ya había suprimido la FIlmoteca de los lunes (posiblemente la mejor del entorno), festivales como La Tapia o la Fireta del Llibre o los atractivos diseños que, otrora, caracterizaban a la Concejalía de Cultura de Sant Joan, por ejemplo.
¿Desde cuándo el cine necesita puestos de artesanía y buñuelos para ser relevante?
Todo esto ocurre bajo la nueva dirección de Cari Antón, una profesional que, con todo el respeto, debería reflexionar sobre el rumbo que está tomando un evento que ha construido su prestigio sobre el criterio cinematográfico, no sobre ferias ambulantes. Cambiar el foco del festival hacia un mercado modernista es desnaturalizarlo, banalizarlo y, en definitiva, faltar al respeto a quienes han trabajado durante años para que el Festival de Cine de Sant Joan sea un referente.
El cine no necesita mercadillos para brillar. Quizá quienes organizan este desvarío deberían pensar menos en tenderetes y más en cultura.



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