
Una vez más, los políticos locales han demostrado su asombrosa capacidad para aplaudirse a sí mismos mientras hacen lo de siempre: exigir a otros lo que podrían haber defendido con contundencia hace años. En el Pleno del Ayuntamiento de Alicante, PP, PSOE, Vox y Compromís han aprobado una pomposa declaración institucional para reclamar al Gobierno central que acometa mejoras en el frente marítimo de la Ensenada de Alicante. Como si los problemas de la ciudad fueran una especie de carta a los Reyes Magos, con la esperanza de que alguien, en algún despacho de Madrid, les haga caso.
El informe de Cedex sobre la ordenación del litoral data de 2021 y plantea medidas tan evidentes como refuerzos en los espigones, vertidos de arena y la posibilidad de un paseo litoral. No es que se haya descubierto la rueda; se trata de actuaciones que cualquiera con un mínimo de interés por la ciudad habría planteado hace décadas. Pero aquí estamos, con nuestros representantes llenándose la boca de palabras grandilocuentes sobre «infraestructuras vitales» mientras llevan décadas permitiendo que la degradación avance sin remedio.
El teatrillo político llega al punto álgido cuando se insiste en que la inversión estatal en Alicante está por los suelos. Descubrimiento de la década. Por supuesto que la ciudad está a la cola en inversión, pero, ¿a qué se han dedicado nuestros representantes en Madrid mientras sus partidos han gobernado en los últimos años? Porque todos ellos han tenido la oportunidad de exigir, negociar y presionar cuando estaban en el poder. Ahora, sin embargo, parecen haber sufrido un conveniente ataque de amnesia.
Además, se recurre a la excusa de siempre: el Ayuntamiento no puede hacer nada porque se trata de dominio público marítimo-terrestre. Una forma muy elegante de lavarse las manos mientras la ciudad sigue esperando inversiones que nunca llegan. Eso sí, el «compromiso de colaborar» con la Administración de Costas es inquebrantable. Colaborar, en este caso, significa escribir declaraciones institucionales, aprobarlas en bloque y esperar a que alguien mueva ficha. Bravo.
No falta, por supuesto, el toque de oportunismo político al mencionar los fondos europeos del Plan de Recuperación. Si tanto les preocupa el frente marítimo, ¿por qué no se ha trabajado con anterioridad para asegurar financiación? En lugar de eso, nuestros dirigentes han esperado a que el tren de las subvenciones pase por la estación con la esperanza de subirse en el último momento.
Mientras tanto, los vecinos de la zona continúan sufriendo las consecuencias de una gestión que brilla por su falta de acción real. No bastan las declaraciones institucionales ni los discursos cargados de buenas intenciones. Lo que se necesita es capacidad de ejecución, valentía política y menos postureo. Alicante está cansada de promesas vacías y gestos para la galería. La pregunta es: ¿cuándo dejarán de hablar y empezarán, de una vez por todas, a actuar?
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