Estas son las exposiciones que puedes ver si vas al MUBAG:
EUSEBIO SEMPERE & FELIPE PANTONE. Seriación y cromatismo cinético
- hasta el 15 de junio
- planta baja
La exposición plantea un diálogo entre la obra gráfica de Eusebio Sempere y Felipe Pantone. En donde a través de lenguajes geométricos y percepciones visuales se logran puntos de encuentro a pesar de los tiempos y espacios que les separa.
Para Sempere y Pantone la labor de estampación no se trata de “reproducir” obras, sino de reinventar, experimentar y crear. Las piezas expuestas son el resultado de un riguroso y profundo estudio sobre la forma geométrica, la investigación de la luz, la ilusión óptica y la sensación de movimiento. Un trabajo basado en la percepción del espectador, donde su mirada es la creadora final de la obra de arte.
El discurso expositivo confronta la obra de cada artista. Eusebio Sempere, pionero e introductor de la serigrafía en España, experimenta con una gama cromática que persigue reflejar los colores de la naturaleza y el anhelo por descubrir las potencialidades de la luz. Mientras que Felipe Pantone, vinculado al grafiti en sus inicios, explora los lenguajes de un mundo digital e hiperconectado para profundizar en el color y la luz. Les une sus creaciones, en ocasiones cinéticas y en otras más líricas, fruto de la contemplación del paisaje y el consumo de imágenes, que nos generan percepciones abstractas.
La ventana del arte
- Planta baja
La tercera edición de La Ventana del Arte se dedica a Elena Aguilera Cirugeda con la obra Para siempre en el centro del jardín, donada al Museo de Bellas Artes de Alicante en 2022 por Francisco Javier Ruiz Cortés, amigo de la artista y quien adquirió la obra en su día impactado por la representación de la soledad en el jardín de una mujer que sugiere algo distinto dependiendo de quien la observe.
La pintura forma parte de la serie que desarrolla Aguilera entre 2002 y 2012 con el mismo título de uno de los versos de Robert Gómez i Pérez Para siempre en el centro del jardín. Obra poética que le inspira en la creación de lienzos de gran tamaño y en formato vertical. Con ella la artista consigue hacernos sentir que la naturaleza nos cobija, nos acaricia y nos aísla del mundo aportando paz.
La composición en esta obra está dominada por una paleta de tonos fríos en grises, negros y verdes aplicados con diferentes intensidades de carga pictórica en las pinceladas con las que consigue veladuras que otorgan profundidad a la escena. Los trazos rectos y largos que evocan a la naturaleza se combinan con otros cortos y semicirculares que dibujan el cuerpo femenino que se cobija en el centro del cuadro.
La muestra se completa con un video creado por el Departamento de Imagen de la Diputación de Alicante en el que el espectador se adentra en el estudio de la pintora para aproximarse a su proceso creativo y conocer su trayectoria artística.
Del trazo neoclásico al espíritu romántico
- Primera planta
La muestra Del trazo neoclásico al espíritu romántico completa la exposición permanente El siglo XIX. La colección a la luz. Situada en la zona del gabinete, sus más de sesenta piezas, nos transporta a dos momentos importantes culturales que marcaron el Alicante del siglo XIX. Por un lado, la creación de la Escuela de Dibujo del Consulado Marítimo y Terrestre, el primer centro oficial en impartir materias de bellas artes y en la que pasaron figuras de renombre que introdujeron a principios del siglo XIX el neoclasicismo en tierras alicantinas. Por el otro, el coleccionismo de arte de familias burguesas alicantinas que surgieron a mediados de siglo debido a la bonanza del comercio en la ciudad y vieron en los pintores románticos el estilo ideal para ser retratados.
El discurso, ideado por la comisaria y técnica de exposiciones, María José Gadea, narra el paso de los principales artistas de finales del siglo XVIII y principios del XIX por la escuela alicantina de dibujo para prepararse y poder optar a ingresar en las grandes academias españolas de San Fernando en Madrid y San Carlos en València. En la exposición se reúne obra de su primer director y también maestro, Vicente Suárez Ordóñez, junto a la de los alumnos más aventajados como José Aparicio, Vicente Rodes o José Peyret.
Con la llegada al trono de Isabel II se desarrolla en España la pintura romántica, caracterizada por aunar las enseñanzas rigurosas neoclásicas y los matices coloristas aplicados de manera más suelta de influencia francesa y del pintor Francisco de Goya. Este estilo fue el predilecto de la burguesía, como vemos en los ejemplos de los retratos de personalidades alicantinas, clientes que buscaban ser representados con sumo detalle y con aire moderno para presentarse ante la sociedad. Así encontramos un retrato de la colección de la familia Beltrán realizado por Antonio María Esquivel, uno de los máximos representantes del romanticismo español.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, Francia marcará los cánones de estilo. Para entender la importancia de esta aportación la exposición presenta dos obras inéditas de artistas franceses como Eugène Quesnet, y un busto de Étienne Geoffroy Saint-Hilarie, profesor del Museo de Historia Natural y catedrático en Zoología, modelado por la destacada escultora Julie Charpentier, de la que se conservan dos obras en el Museo del Louvre. El depósito de esta pieza por parte de la familia España Guisolphe, supone la incorporación en la exposición permanente de la primera obra realizada por una mujer.
La exposición se completa con una vitrina dedicada a la miniatura-retrato. Estas pinturas realizadas a pequeña escala sirvieron para mantener vivo el recuerdo de personas queridas que, hasta la llegada de la fotografía, se consolidó como memoria patrimonial familiar. Más dos vitrinas en las que se muestran objetos personales de caballero y de señora que contextualizan la moda del momento y cuyos ejemplos se penden contemplar en algunos de los retratos expuestos.
El siglo XIX. La colección a la luz.
- Lugar: Primera planta
- cerrada temporalmente hasta próximo aviso.
En el veinte aniversario del MUBAG, la exposición El siglo XIX. La colección a la luz rinde homenaje a los artistas vinculados a Alicante, cuyas obras marcaron el inicio de la colección artística. De Antonio Gisbert, Joaquín Agrasot, Emilio Sala, Lorenzo Casanova o Fernando Cabrera, se ha incrementado el fondo expuesto gracias a la colaboración con la Colección de Arte Banco Sabadell y del Museo Nacional del Prado, institución que ha permitido enriquecer la muestra con pinturas relevantes de otros artistas como Cecilio Pla, Manuel Benedito o Luis García, que se muestra por vez primera en el MUBAG.
A través de más de ochenta obras, entre pinturas, esculturas y arte suntuario de una treintena de artistas, esta exposición plantea un amplio recorrido por las numerosas y diversas temáticas que se desarrollan en el panorama artístico español del siglo XIX, reflejo de las tendencias estéticas internacionales y del gusto de la sociedad del momento, entre las que predomina el género de historia, el realismo social, el retrato, el costumbrismo y la culminación de una pintura moderna pintada al aire libre.
El discurso se divide en siete ámbitos: La imagen de Alicante, el puerto; El viaje como aprendizaje; El pasado rescatado; La pintura, testigo social; El retrato como símbolo social; Hacia el cambio de siglo; y, La emoción en torno al rostro. Temáticas que se completan con piezas audiovisuales que ahondan en la evolución de la ciudad, las pensiones de pintura, el trabajo, la mujer y la fascinación por Oriente.
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