
La inacción del Ayuntamiento de Alicante está poniendo en riesgo la salud de miles de ciudadanos, permitiendo que la contaminación y el abandono sigan marcando el día a día de una de las zonas con mayor potencial de la ciudad. Mientras las autoridades miran hacia otro lado, la falta de medidas efectivas expone a los alicantinos a posibles intoxicaciones y perjudica la imagen de una urbe que, bien gestionada, podría convertirse en un referente del Mediterráneo. Pero parece que esa parte de turismo, ligado a lo bonito, y lo sano, no les interesa.
Entre la desidia municipal y la permisividad con la contaminación de los cruceros, Alicante está viendo cómo su costa se degrada, afectando gravemente a una zona que debería ser clave en la conexión de la ciudad. Espacios como el Postiguet y la Explanada deberían enlazarse de manera natural con Urbanova, permitiendo un desarrollo armonioso que integrara infraestructuras clave como las antiguas Harineras, Panoramis, la estación de autobuses, carriles bici y playas vírgenes. Sin embargo, la falta de planificación y voluntad política ha convertido este eje estratégico en un cúmulo de oportunidades desperdiciadas.
A esto se suman los proyectos eternamente inconclusos del Museo del Ferrocarril y el Palacio de Congresos, símbolos de la falta de compromiso del Ayuntamiento con la modernización y el desarrollo de la ciudad. Mientras otros municipios avanzan con iniciativas urbanísticas bien estructuradas, Alicante sigue atrapada en promesas incumplidas y en una dejadez institucional que solo se activa en época electoral y sirve para ahuyentar el turismo de calidad y afectar negativamente a la vida de sus propios ciudadanos.
La Casa Mediterráneo, uno de los pocos ejemplos de revitalización de la zona, contrasta con el abandono generalizado del entorno. Sin una intervención decidida, Alicante corre el riesgo de perder una oportunidad histórica para transformar su litoral en un enclave moderno y sostenible. La ciudadanía merece respuestas, pero sobre todo, merece un Ayuntamiento que actúe en lugar de permitir que la desidia siga marcando el futuro de la ciudad.
El Ayuntamiento acata la sentencia firme y otorgar la licencia ambiental a XC BUSINESS 90 SL,
Por si fuera poco, el Ayuntamiento ha decidido acatar la sentencia firme y otorgar la licencia ambiental a XC BUSINESS 90 SL, permitiendo la instalación de macrodepósitos de combustible en el Puerto de Alicante. Para ello, se procederá al levantamiento de la suspensión acordada por el decreto de 26 de enero de 2024, con el fin de seguir la tramitación del expediente. Esta decisión responde a los requerimientos de la mercantil, que ha exigido en reiteradas ocasiones la ejecución de la sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), la cual avala el permiso por silencio administrativo desde 2013.
Desde Urbanismo, se ha comunicado a la promotora que la licencia será otorgada en «estricto cumplimiento del fallo» y de forma «anticipada a la finalización del plazo legal» del que disponía el Ayuntamiento. La empresa ha enviado hasta cinco escritos instando a la ejecución de la sentencia y advirtiendo de posibles responsabilidades para los funcionarios que retrasen el proceso. Además, XC BUSINESS 90 ha designado un interlocutor ante el Ayuntamiento para coordinar los siguientes pasos en la tramitación de la licencia de obra, que será el próximo paso en la implementación de los polémicos macrodepósitos portuarios.
Lejos de priorizar el bienestar ciudadano, el Ayuntamiento sigue tomando decisiones que ponen en riesgo la calidad de vida y el desarrollo sostenible de Alicante. La instalación de estos macrodepósitos es solo una muestra más de una política urbanística que favorece intereses privados en detrimento de la salud y el futuro de la ciudad.
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