
El empeño del Partido Popular en desprestigiar los servicios públicos alcanza un nuevo nivel con el anuncio del conseller de Sanidad, Marciano Gómez, de abrir los hospitales por las tardes en jornada ordinaria sin coste adicional. Una medida que, en teoría, podría beneficiar a los pacientes, pero que se hace a costa de la sobrecarga del personal sanitario, en lugar de contratar más profesionales con sueldos dignos.
En su intervención en las Cortes Valencianas, Gómez ha presentado los presupuestos de su departamento para 2025, que ascienden a 9.186 millones de euros, un 8 % más que el año anterior. Un incremento que el Consell pretende vender como un esfuerzo por mejorar la sanidad, cuando en realidad refuerza su estrategia de favorecer a las aseguradoras y la sanidad privada. Mientras se amplían los horarios en hospitales sin aumentar las plantillas ni mejorar sus condiciones, la concesión privada del Hospital del Vinalopó de Elche se prorroga, garantizando beneficios para las empresas en lugar de para los ciudadanos.
El conseller ha destacado que este presupuesto busca fortalecer la Atención Primaria y la Salud Mental, además de implantar estrategias digitales como la inteligencia artificial para agilizar diagnósticos. Sin embargo, la falta de personal y recursos adecuados en los centros de salud sigue siendo una realidad innegable. La inversión de 54 millones adicionales en Atención Primaria difícilmente paliará el déficit estructural que afecta a la sanidad valenciana.
En cuanto a la Salud Mental, los 192 millones de euros presupuestados y la creación de 18 centros para adultos pueden parecer avances, pero resultan insuficientes ante la creciente demanda y la falta de profesionales especializados.
Mientras tanto, el Consell se excusa en la infrafinanciación y en la deuda del Gobierno central para justificar sus carencias, obviando que el problema fundamental es su modelo de gestión. En lugar de reforzar lo público con más contrataciones y mejores condiciones laborales, optan por sobrecargar a los trabajadores y seguir favoreciendo los negocios privados en la sanidad.
Desde la oposición, Rafa Simó (PSPV) ha denunciado que a los presupuestos les falta «la chapa y pintura del pacto entre Mazón y Abascal», mientras que Carles Esteve (Compromís) los ha calificado de «cortina de humo» para distraer la atención de las peticiones de dimisión a Mazón. Por su parte, Ana Vega (Vox) ha mostrado su apoyo a las cuentas, confirmando la deriva privatizadora del gobierno valenciano.
Si realmente se quiere mejorar la sanidad pública, no basta con reorganizar horarios: es imprescindible contratar más personal y garantizarles condiciones laborales dignas. Todo lo demás es propaganda política a costa de los trabajadores y pacientes.
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