
Hay lugares que son más que cuatro paredes y un techo; son refugios para el alma creativa, abundante en este páramo que se ha ido llenando con la imaginación y la precariedad de muchos, en este tiempo en el que Viva la Pepa ha estado abierto.
El bar, ha sido un punto de encuentro donde las ideas se han mezclado, se han transformado, se han reivindicado y han cobrado vida propia. Viva la Pepa ha sido eso: un espacio donde la conexión, más que eléctrica, ha sido sinérgica. Un lugar peculiar y auténtico, que ha visto nacer versos. Allí se han desarrugado papeles de guiones que no se hubieran interpretado en ningún otro lado y secretos que tras un biombo, fueron parte de todos, y todas, las que se atrevieron a probar algo diferente.
El próximo sábado 22 de febrero, Viva la Pepa cerrará sus puertas, pero no sin antes regalarnos una última tarde mágica: una jarana artística creativa colectiva como homenaje a todo lo vivido, creado y sentido entre sus paredes.
Un Escenario para los Primeros Pasos
En Viva la Pepa, muchos nos estrenamos. Y fuimos poetas susurrando sus primeras palabras temblorosas al micrófono, músicos que se atrevieron a experimentar y a encontrar su ritmo. Actores que descubrieron la magia de transformarse bajo las luces tenues, en un escenario que acogía tanto a principiantes como a veteranos con el mismo abrazo cálido.
Pero lo que ha hecho de Viva la Pepa un lugar verdaderamente único, más que su escenario ha sido lo que se ha cocido en torno a los quintos que se han acumulado en su barra. Ese ambiente de colaboración espontánea, ha hecho fluir ideas, ha generado amistades y colaboraciones que sólo el límite de algún vecino hijo de puta ha restringido. Sin enchufes, la conversación ha sido su hilo conductor y ante la limitación, como siempre pasa en Alicante, han fluido otras cosas. Ideas locas, que, al menos, nos han entretenido.
La Última Jarana
El 22 de febrero será un día para recordar, para celebrar la creatividad y la conexión humana que han hecho de este sitio un hogar de paso para tantos. Artistas de todas las disciplinas se reunirán para bajar su persiana con una buena dosis de arte sin etiquetas. ¡A tomar por el culo todo! el que quiera que se exprese, como quiera. Y demuestre su particular versión de La Constitución de una república de inspiración colectiva que ahora debe volar por otros rincones de Alicante.
Se rumorea que otro Air Bnb va a cargarse su esencia, pero aunque cierre sus puertas, su disrupción en pequeñas dosis seguirá viva en cada persona que alguna vez compartió su arte allí.
Resistir en un buen legado. Y si nos vamos algún día, nosotros también, que sea porque la rutina ha jubilado este presente que es un poco mejor que cuando sus puertas se abrieron. Eso sí, como a Pepa, su dueña: ¡que nos quiten lo bailao! y que la valentía creativa, se la coman con patatas o aliños de vinagre, los que no entendieron el concepto, el mensaje o la necesidad por la que esto surgió.
Más que nunca: ¡Viva la Pepa! Y gracias por ser cuna de arte, de sinergia y de sueños. Nos vemos en la última jarana, para celebrar todo lo que fue y todo en lo que debe transformarse.
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