
Nos hemos acostumbrado a un ritmo frenético donde todo está disponible a cualquier hora, cualquier día. Hacer la compra un domingo, tener supermercados abiertos 24 horas o poder acceder a cualquier servicio en festivo parece lo normal. Pero no lo es, ni debería serlo. Detrás de cada comercio abierto hay personas que también merecen descansar, celebrar y compartir momentos con los suyos. El Día del Padre, como tantos otros festivos, es una oportunidad para reconectar con lo que importa: la familia, el descanso, el tiempo para uno mismo.
El 19 de marzo, Día de San José, muchos comercios de Alicante ajustan sus horarios, y aunque algunos supermercados y zonas de ocio se mantienen abiertos, lo cierto es que la mayoría de grandes superficies como Mercadona, Carrefour, Lidl, Alcampo, ALDI o Consum cerrarán sus puertas. Es una ocasión perfecta para hacer un alto en el camino y disfrutar del día sin la necesidad de consumir. Comer en casa, pasear, ver una película, leer un buen libro o simplemente descansar son planes tan válidos como necesarios.
La sociedad necesita recordar que el descanso es un derecho, no un lujo. Y que, aunque la comodidad de poder comprar en cualquier momento resulte tentadora, respetar los festivos como espacios de descanso colectivo contribuye al bienestar de todos. No todo tiene que estar abierto para que un día sea pleno, más bien al contrario: cuando todo se detiene un poco, podemos valorar más lo esencial.
Si se te ha olvidado algo para la comida familiar, hay algunas tiendas abiertas (como ciertos Carrefour Express o Charter), pero quizá es buen momento para improvisar con lo que hay, compartir ese gesto con los demás y valorar que hoy, igual que tú, muchas personas están descansando. Porque, al fin y al cabo, celebrar el Día del Padre no va de tener más cosas, sino de tener más momentos juntos.
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