
El vertedero de la Serreta en Fontcalent, a pesar de haber sido precintado en 2022 por carecer de licencia, sigue operando sin supervisión municipal. La actividad irregular de esta instalación pone de manifiesto la falta de control en la gestión de residuos en Alicante, evidenciando un problema que persiste sin que se adopten medidas efectivas.
Desde su clausura oficial, no se ha llevado a cabo un seguimiento riguroso, lo que ha permitido que la empresa responsable continúe vertiendo residuos sin control. Vecinos de la zona han denunciado en repetidas ocasiones que camiones cargados de escombros acceden al vertedero y salen vacíos, mientras que en el interior se observa un constante movimiento de residuos con maquinaria pesada.
Esta situación no es un caso aislado. En varias ocasiones se han roto precintos en instalaciones de este tipo sin que se haya actuado con contundencia. La falta de supervisión no solo permite que se perpetúen estas irregularidades, sino que también genera un problema medioambiental y de convivencia para los residentes de la zona.
Por otro lado, la gestión municipal del contrato de basuras sigue sin contemplar estrategias claras para fomentar las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), lo que refuerza la sensación de que la planificación en materia de residuos es insuficiente. Además, aunque recientemente se han impuesto sanciones contra conductas incívicas, la concienciación ciudadana sigue siendo escasa y el problema de la suciedad en la vía pública persiste.
En paralelo a estos problemas, la Concejalía de Gestión de Residuos de Alicante ha diseñado una programación para modernizar las instalaciones de la planta de tratamiento de Fontcalent. En este sentido, la Mesa de Contratación aprobó en enero el acuerdo previo a la adjudicación del contrato para dotar al centro de nueva maquinaria de afino del residuo orgánico bioestabilizado, lo que permitirá, supuestamente, obtener un compost de mayor calidad, favoreciendo su reutilización para uso agrícola y reduciendo el volumen de desechos destinados a vertido.
La adjudicación de este contrato recayó en la alianza empresarial formada por Tamesur y Estudios, Dirección e Investigación de Fermentaciones Especiales, que presentó la oferta mejor valorada. La inversión prevista asciende a 2,39 millones de euros, financiados en parte por los Fondos Next Generation de la Unión Europea.
A esta mejora se sumará otra inversión adicional de cerca de 2,2 millones de euros para optimizar el tratamiento de los restos de comida mediante la incorporación de nueva maquinaria para la Fracción Orgánica Recogida Separadamente (Fors). Además, el Ayuntamiento ha programado otra inversión de 5,7 millones de euros para la construcción de una planta específica en Fontcalent destinada al procesamiento de residuos voluminosos, como colchones, mobiliario y electrodomésticos.
Es necesario que se adopten medidas más firmes, tanto en el control de instalaciones ilegales como en la mejora de la gestión de residuos en la ciudad. Sin un compromiso claro con la supervisión y la sostenibilidad, Alicante seguirá enfrentándose a los mismos problemas sin una solución a la vista.
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