Quefas. Los porqués.

Much@s, todavía se preguntan ¿qué es ésto de QUEFAS?

La respuesta es simple. Las etapas se acaban y si no evolucionas, te estancas. Por eso, es necesario reflexionar (primero), probar (después) y ver cómo puedes mejorar algo que es obvio que, en la vorágine actual de la vida, se había quedado obsoleto.

La difusión ha cambiado mucho en los últimos años. Hemos pasado del papel al vídeo en apenas un lustro, y por el camino, hemos ido enterrando revistas, redes sociales, referentes y procedimientos.

Alicante Live Music siempre fue un medio modesto y unipersonal. Y en su crecimiento exponencial siempre estuvo bloqueado por el dónde y, sobre todo, por el nombre. Es obvio que nació para ser una agenda musical de la ciudad de Alicante, pero eso no da para vivir. Y como le ocurre a los artistas, la precariedad fue desvirtuando una idea primigenia basada en un periodismo que, como todo lo demás, agoniza entre eso que el Presidente del Gobierno llama Fango.

Cuando uno pasa más tiempo explicando qué hace, que trabajando, o viviendo, tiene un problema. Y si a esa explicación eterna le unes las disputas diversas (políticas, territoriales e incluso más tontas…) que siempre hubo en la provincia, la frescura fue envejeciéndose, hasta el punto de perder la trascendencia que una crítica SIEMPRE debe tener.

Porque, visto con perspectiva, está claro que esta provincia, necesitaba una alta dosis de (auto)crítica. Y la hice. Lo triste es que cómo todos los que mueven los hilos que no deben, me vi sólo más veces de las debidas. Y ahora, creo que puedo decir abiertamente, que en el proceso de hacer ver lo bueno y lo malo que tenemos, siempre fui un blanco fácil. Sobre todo para todos aquellos que tenían un poder que, ni merecían, ni ejercían como es debido.

No soy rencoroso y asumo que mojarse no es una virtud alicantina. Por eso, inicié una segunda fase basada en conocer más de cerca a todos los agentes que conforman la cultura. Las virtudes y defectos de tod@s. Desde creadores, hasta funcionarios, pasando por público, aficionados, intrusos, otros periodistas (los pocos que quedan) y demás «fauna artística».

Lo obvio es que hay un interés cultural relativo. Y que no hay un vínculo que una todas esas diferencias latentes en un concepto menos ambiguo, y manido, que la palabra CULTURA. Hecho, por cierto, que complica la existencia de una escena como tal.

Cualquier división hubiera sido subjetiva. Pero encontré una vía en «territorializar» las propuestas. Y observé que sí que hay un movimiento (descoordinado), entre Alicante y Sant Joan (o El Campello), o entre Elche y Santa Pola, u Orihuela y Torrevieja, o entre Villajoyosa y Altea.

La crítica siguió, pero de una manera más proactiva y productiva: tratando de evitar solapamientos innecesarios en esas áreas de público similar, o forjando agendas, con miles de etiquetas, para encontrar las adecuadas.

Con el parón de la pandemia, hubo un amago de unidad que duró lo mismo que la teoría de qué de ésa íbamos a salir mejores. Pero basándome en la teoría matemática de los Conjuntos, empecé a crear misceláneas que empezaban a compartir dos o tres de esas etiquetas. Con el dónde como punto 1 y el qué como segunda cuestión.

Así que de Alicante Live, floreció un conjunto de proximidad (Alacantí, Elche, L´Alcoià, Les Marines, Vega Baja y Vinalopó (todos LIVE) y otro aparte basado en el contenido: arte, cine, escénicas, letras, música y nenicxs.

Soy consciente de que he vuelto loco al personal, pero (no olvidéis que he tenido que hacer todo esto YO SOLO) también he tenido siempre claro que esto era un proyecto ambicioso y a largo plazo. Y que para hacerlo bien, era necesario tiempo y mucha prueba error (60.000eventos analizados, dosis de psicología para llegar al subconsciente del usuario, una precariedad que sin convicción me hubiera matado y una gran cantidad de pena derivada de haberlo tenido que hacer solo y sin los medios adecuados: como el 90% de los artistas que trabajan en algo en esta provincia.

Es inevitable ser victimista cuando ves a tanta gente que ha desaparecido de la cultura en este tiempo, o sabes que incluso quien más te quiere duda del proyecto o no entiende su fin… pero yo tenía que ver materializado todo eso que me ha perturbado durante casi 10 años.

Entre otras cosas, porque ésto va más allá de lo que yo sea, o de lo que un artista pretenda. Y no quiero que el que venga detrás se vuelva a encontrar con el mismo escollo.

Igual por eso, lo he acabado llamando quefas. Porque siendo una expresión desconocida para mí cuando llegué, siempre ha tenido un tono de exageración, a veces, y de deseo por saber ,otras. ¿Qué vas a hacer ahora con tu vida? quedaba demasiado largo. Pero es, de forma breve, lo que resume una parte de la intención: encontrar los vehículos para que la gente pueda ver la parte transversal de cada estímulo. Y cómo ser capaz de aprovechar esa distancia entre Crevillente y Alcoi, o entre Denia y Guardamar, para encontrar la forma de interiorizarlo todo como propio, como un compendio de decenas de museos, teatros, librerías, bibliotecas, salas de conciertos… y gente dispuesta a llenarlos.

Espero que según vayáis viendo las tripas de este gigante recién nacido, os vayáis convenciendo del potencial que hay en el concepto de mezclar la endogamia y los gustos y necesidades de cada cuál, con los de todo aquello que no habéis llegado a ver. Hay más de 500 combinaciones de agenda diferentes esperando adaptarse a lo que necesites, sólo tienes que aprender a usarla, como has aprendido a hacer el gilipollas delante de una cámara, a grabar un concierto en vez de disfrutarlo, a pasar historias con un dedo, o a cambiar tu opinión sesuda por un simple «like» o un «emoji cabreado».

Seas ofertante o usuario, quefas.es tiene un plan a tu medida. Eso sí, no olvides todo el esfuerzo que ha supuesto y que igual que he atinado la idea, le he puesto un precio. Para que cuando tú preguntes ¿qué fas? yo pueda decirte, como ahora, lo que es, lo que vale y algo más.

Y ahora, disfrútalo…