
En un panorama musical cada vez más hostil para los espacios pequeños e independientes, celebrar un aniversario como el de la Sala Euterpe, en Sant Joan d’Alacant, no es solo motivo de alegría, sino un verdadero acto de resistencia cultural. Hoy, esta emblemática sala cumple 12 años, y lo hace con la misma pasión y honestidad con la que abrió sus puertas en 2013.
Euterpe no es solo un local de conciertos. Es un refugio para la canción de autor, el rock más auténtico y las propuestas musicales que huyen de los grandes focos pero buscan conectar de verdad. Por su escenario han pasado cientos de artistas que siempre han encontrado entre la colección de vinilos de Fran y Raquel el calor de un público cómplice – y cada vez más fiel – y el respeto de un espacio íntimo, donde las canciones se escuchan, se sienten y se se bailan.
A lo largo de estos 12 años, la Sala Euterpe ha sido testigo de noches memorables como el concierto de Pedro Guerra, el sarao de The Gagarins, noches intimistas con Santi Campos, Pez Mago, el Lichis, El Nido, Mabü, Rebeca Jiménez, bandas locales, La Mare, Eva Sierra… de esas que se quedan grabadas en la memoria. Emociones a flor de piel, risas, silencios elocuentes, brindis, conversaciones que se alargan tras el último acorde… y sobre todo, una comunidad que entiende que la música no es solo un espectáculo, sino una forma de estar en el mundo: con respeto, con pasión y con alma.
En un momento en el que la cultura en directo lucha por sobrevivir, espacios como Euterpe demuestran que aún es posible sostener proyectos honestos, donde prima la calidad artística, el criterio, la profesionalidad y la conexión humana. Son muchos los proyectos que cumplen una decena de años, o más, últimamente, y eso, aunque no seamos conscientes, es una excelente noticia para Alicante y su cultura.
La Sala Euterpe es un ejemplo de conexiones con Valencia, de circuitos alternativos que ahora tienen una sede oficial en Sant Joan, hay espacio para los estudiantes de la UMH, para los que conocieron la otra etapa del bar, para los que llegamos hace poco… y entre todos, empezamos a formar una gran familia, que ahora es latente cada fin de semana.
Hoy, es un buen día para celebrarlo. Porque 12 años no se cumplen todos los días, y menos en este sector. Porque hacer cultura desde la cercanía y la honestidad sigue siendo un acto de valentía. Y porque, como bien dicen desde la propia sala: «esto no es solo un aniversario, es una forma de vivir».
¡Felicidades, Euterpe, y que sigan acumulándose muchos vinilos más en vuestras paredes !
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